Los obispos españoles han llegado este martes al Vaticano para una reunión inédita convocada por el Dicasterio para el Clero en la que se ha abordado la situación de los seminarios españoles.
"No era para tirar las orejas ni condenar a nadie", ha afirmado el presidente de la Conferencia Episcopal española, el cardenal Juan José Omella, en referencia a la investigación del Defensor del Pueblo español sobre los abusos sexuales a menores cometidos por religiosos.
"No se ha tratado específicamente el tema de los abusos, no ha salido", ha asegurado el presidente de la subcomisión del clero de la Conferencia Episcopal Española, Jesús Vidal, en la rueda de prensa posterior en el Colegio Español de Roma, en la que se han centrado en el plan de formación para los seminaristas en España, desde el plano "humano" al "teológico" y "pastoral" después de un informe elaborado los pasados meses.
Aunque la reunión ha estado claramente enfocada en los seminarios, tiene lugar en plena polémica por la publicación de una investigación del Defensor del Pueblo español sobre los abusos a menores cometidos por religiosos.
El informe contenía también los datos de una encuesta según la cual, el 1,13% de los españoles mayores de edad asegura haber sufrido abusos en el ámbito religioso y un 0,6% por parte de un sacerdote o religioso. También hubo sacerdotes que fueron víctimas de abusos dentro de los seminarios cuando eran menores de edad, como ha denunciado el sacerdote Poli Díaz en 'RTVE.es'.
Con la presencia del papa: "No ha tosido ni una vez"
El papa ha querido estar presente, aunque para "facilitar su recuperación" se han anulado algunos de los encuentros que tenía previstos y sólo se han mantenido las audiencias "de carácter institucional" y aquellas que le supusieran un menor esfuerzo, ha explicado el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
"No ha tosido ni una vez, este hombre está más sano que nosotros", ha comentado después Omella, y ha asegurado que con la reunión se han deshecho "dos globos", el de la mala salud del pontífice y el del "tirón de orejas" a la Iglesia española.
El pleno de la CEE ha llegado en 2 minibuses a las 7:45 horas a la puerta del Perugino, uno de los accesos a la Ciudad del Vaticano, y se ha dirigido al aula del Sínodo, donde se celebra la reunión en vez de en el Dicasterio para el Clero como estaba previsto.
En el Aula del Sínodo, mucho más cercana a la casa de Santa Marta, la residencia del papa, ha llegado Francisco después de que los obispos tuvieran un momento de meditación conducido por Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, según ha confirmado la CEE.
Tras un primer momento de oración se ha pasado a presentar el informe elaborado por 2 obispos uruguayos y finalmente ha abierto un espacio para el diálogo entre los responsables vaticanos y los 70 prelados españoles presentes. La reunión fue convocada por el prefecto de este 'ministerio' vaticano, el surcoreano Lazzaro You Heung-sik.
Reunión excepcional con 2 precedentes
La CEE ha insistido en desvincular la cita de este martes del resultado de la investigación sobre los abusos sexuales. No obstante, se trata de una reunión excepcional, ya que no se suele convocar a todos los miembros de un episcopado, excepto de las habituales visitas 'ad limina', que se realizan a Roma cada 5 años. De manera que, únicamente existen 2 precedentes en los últimos años debido al tema de los abusos y se trató de los obispos de Irlanda (2010) y de Chile (2018).
Omella, preguntado por si no les ha sorprendido que se les convoque a Roma sólo para hablar de los seminarios, ha reconocido que se podría haber hecho una videoconferencia pero que es "aburridísimo". "Creedme. Los chicos en la escuela decían, 'por Jesusito, que te digo la verdad'", ha ironizado, antes de añadir que no puede obligar a nadie a creerle. "¿Y para eso nos ha llamado? Pues sí".
Sobre esta misma cuestión, el portavoz de la CEE, César García Magán, reconoció la semana pasada, tras la celebración de la Asamblea Plenaria de los obispos, que era "un hecho singular" y que "no ocurre todos los días que el papa convoque a un episcopado", pero se mostraba tranquilo ante dicha reunión.
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