Asco. Sí, siento una sensación de asco inmenso ante el lodazal en que algunos quieren convertir la política española. Y todo a cuenta de Gürtel.
El PP no puede soportar verse reflejado en el espejo de Gürtel y después de pasar meses mirando hacia otro lado, de que su líder
Mariano Rajoy no adoptara decisiones respecto a los presuntos corruptos de su partido, han decidido pasar a la acción. Pero la acción no consiste en barrer su casa, sino en buscar la viga en ojo ajeno. Así, han decidido atacar al presidente del Congreso sembrando dudas sobre su patrimonio. Claro que
José Bono ha actuado con rapidez enviando al Fiscal General del Estado todos los datos
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relativos a lo que tiene.
Bono está tranquilo, aseguran en su entorno, aunque lógicamente no es un plato de gusto verse apuntado por el dedo acusador del PP. Desde luego ha actuado con presteza poniendo a disposición de la Fiscalía todas sus cuentas, que asegura están claras y perfectamente detalladas .
Saben, creo que José Bono, más allá de sus propias convicciones morales, tiene demasiado instinto político como para haber cometido un error con su patrimonio que pudiera dar al traste con su larga y prolífica carrera política, que dicho sea de paso aún tiene mucho recorrido.
Bono es víctima del "y tú más", o por decirlo de otra manera de la política del calamar que en su huida hacia adelante suelta tinta para despistar a quienes le acechan. En mi opinión, van a pinchar en hueso con José Bono. Pero tiempo al tiempo.
Pero ya digo que la ofensiva del PP consiste en manchar con su tinta a los demás para así desviar la atención de Gürtel a otros asuntos, y sobre todo dar carnaza a sus huestes para que en vez de defenderse por las sinvergonzadas de Gürtel, tengan con que atacar al PSOE.
Dicho sea de paso, los socialistas también deberían haber tenido una actitud un pelín más discreta en vez de salir dando lecciones de moral. Tienen derecho, claro, pero hay ocasiones en que la prudencia es mejor consejera y la opinión pública no necesitaba que la alertaran sobre el caso Gürtel para darse cuenta de que al PP le estaban haciendo un agujero.
En cualquier caso, esa política del calamar lo único que contribuye es a aumentar el desaliento en la opinión pública respecto a la clase política. Luego se asombran del desafecto.
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