La nueva estrategia se produce mientras el Vaticano trata de limitar el desprestigio causado por numerosas revelaciones de sacerdotes que violaron o vejaron a menores, ante el silencio de autoridades eclesiásticas, antes del viaje del pontífice a Malta este fin de semana. Las víctimas de abusos en ese país insular del Mediterráneo, de mayoría católica, han solicitado una audiencia papal y esperan una disculpa.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, se negó a confirmar el martes si Benedicto se reunirá con las víctimas, pero no lo descartó. Afirmó que el pontífice está dispuesto a recibirlas "pero en un ambiente de meditación y reflexión y no bajo presiones de la prensa''.
Antes de anteriores viajes al exterior, Lombardi se negó a confirmar encuentros con víctimas de abusos hasta después de su concreción.