Suicidios políticos

Clásico adagio es que con la misma vara que mides serás medido. Así, con sordera absoluta y pretendiendo desvirtuar la esencia de lo que es un parlamento, congreso o asamblea, establecieron y siguen estableciendo un blindaje a la corrupción, impidiendo en la práctica cualquier fiscalización con la cansina cantaleta de la larga noche neoliberal y los vicios de la partidocracia, hoy convertida en mono-cracia.

Esa camisa de fuerza les ha estallado en la cara al partido de gobierno, cuando luego de que han encubierto todas las denuncias e intentos de fiscalización. Hoy por resentimientos entre viejos compadres fracasaron, porque tanto la oposición como los propios cayeron en un juego maniqueo donde no hay sobrevivientes.

Hemos visto en la misma línea, que un alto funcionario es el padrino del nuevo Consejo de Participación Ciudadana ,que santificará el nombramiento de todas las otras funciones.
   

Cuando ya no sean mayoría y otros audaces se tomen con similares tácticas de asalto y ya sin libertad de expresión, entonces les parecerá no democrático el sistema.

Igual blindaje tienen hoy quienes gobiernan cuando, sin ruborizarse, logran que para enjuiciar a un funcionario se requiere el informe previo de la Contraloría. Requisito de prejudicialidad que no contempla  ley alguna y que la Asamblea en vez de dictar una norma aclaratoria, envía un simple oficio como saludo a la bandera al que la Corte de la tómbola lo botó al tacho de lo negado. Están poniendo las sogas con las cuales ellos mismos serán colgados, porque “la Patria ya es de todos” pero de todos ellos.