Margarita Robles, la jueza leonesa que en tiempos de Felipe González llegó a ser Secretaria de Estado de Interior, constituye pieza clave en las decisiones del Consejo General del Poder Judicial. Desde su dilatada militancia en Jueces para la Democracia, es la vocal del llamado sector progresista encargada de negociar los distintos nombramientos con el bloque conservador del CGPJ, nucleado en torno a la Asociación Profesional de la Magistratura.
Robles mantiene una estrecha relación tanto con el ex ministro y actual portavoz socialista en el Congreso, el también leonés José Antonio Alonso, antiguo portavoz de Jueces para la Democracia, como con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, antigua compañera de fatigas en aquel Ministerio del Interior dirigido por Juan Alberto Belloch.
La candidatura del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, a la reelección deberá contar por tanto con el placet de esta leonesa.