El día en el que
Zapatero apremiaba por un acuerdo a corto plazo para la reforma laboral entre Gobierno, sindicatos y patronal, llega esta otra noticia que se ha conocido gracias a su publicación en el BOE, no a través de un anuncio oficial del Ejecutivo.
El presidente dijo que esa reforma es ahora su próxima prioridad y mostró su confianza en que los agentes sociales serán capaces de consensuarla, garantizando que el Ejecutivo pondrá “todo lo que esté de su parte”, ya que “la mejor reforma será la que más apoyo tenga”.
Pero entre todo este ambiente, irrumpe el hecho de que CCOO y UGT se llevarán el 80% de otros 16 millones en subvenciones para sindicatos. Como era de esperar, la noticia ha sido analizada con un tono muy duro en la prensa crítica con el Gobierno. Se asegura que es un "regalo" para asegurar la "sumisión" de ambas organizaciones ante las dos dificultades principales que tiene que encarar: la asunción en la calle de los recortes sociales y la negociación de la reforma laboral.
Porque a nadie se le escapa que esta decisión llega poco después de que CCOO y UGT apoyaran la huelga sectorial entre los funcionarios para el próximo 8 de junio y más movilizaciones por la rebaja de salarios.
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