Serbia, que tuvo su debut absoluto bajo esa denominación en un Mundial -en el anterior jugó bajo el nombre de Serbia y Montenegro- pretendía comenzar a borrar la actuación para el olvido que tuvo en Alemania 2006. Pero hoy dio un paso en falso en el estadio Loftus- Versfeld, ante más de 38.000 espectadores.
Sólo le quedó el consuelo de que el mediocampista del Inter Stankovic se convirtió en el primer jugador en la historia de la Copa del Mundo que viste tres camisetas diferentes: Yugoslavia (1998), Serbia y Montenegro (2006) y Serbia (2010).
El primer tiempo fue un larguísimo bostezo entre dos equipos físicamente fuertes pero con escasísima inventiva. Incluso en los 45 minutos iniciales no hubo una sola jugada realmente clara de gol y tanto el serbio Stojkovic como su colega ghanés Kingson lo pasaron bastante tranquilos en el arco.
Ni Stankovic logró tomar el control del juego en Serbia, ni Ghana supo cómo reemplazar al lesionado astro Essien. Los africanos apenas inquietaron con algunos centros de Ayew y el despliegue de Asamoah.
Esa primera etapa estuvo signada por el juego brusco por ambos lados. El árbitro argentino Héctor Baldassi tuvo trabajo de sobra, pese a que sólo mostró dos amarillas en la etapa.
Los dos salieron sin cambios a disputar el complemento, pero pese a que los actores eran los mismos, la intensidad creció: el empate en el debut no era un prospecto atractivo para ninguno de los dos y ambos fueron en busca de los tres puntos.
El partido se hizo decididamente de ida y vuelta. Un cabezazo del delantero Gyan rozó el poste de la valla serbia, un centro de Pantelic no pudo ser empujado al gol por su compañero de ataque Zigic.
A los 74 minutos Serbia se quedó con diez, después que el defensor Lukovic agarrara a un rival y viera su segunda amarilla. Y los africanos terminaron sacando provecho de la superioridad numérica, pero por un error del rival.
Cuando mejor estaba jugando Serbia, llovió un centro sobre el área de los europeos que no parecía traer mayores consecuencias a los 73′. Pero el sustituto Kusmanovic saltó con el brazo extendido e impactó el balón. Baldassi pitó penal y Gyan no falló desde los once metros: derechazo levemente a la derecha del portero rival y 1-0 definitivo para alegría de todos los africanos.
Faltaban seis minutos y los serbios no tuvieron energía para emparejar la historia. Por el contrario, en tiempo de descuento, un poste privó a Gyan, delantero del Rennes francés, de su segundo festejo.
La Ghana dirigida por el serbio Rajevac, pese a sus limitaciones, pegó el primer grito africano de victoria en el Mundial 2010 y picó en punta en busca del pasaporte a octavos en su grupo.
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No(
