Corte Constitucional sigue permitiendo corridas de toros

En este sentido, el Alto Tribunal anunció una serie de restricciones cuyo objetivo es procurar "causar el menor dolor posible" al animal. Dentro de las medidas se contempla que este tipo festejos solo se podrán organizar y realizar en poblaciones en donde exista una tradición probada e ininterrumpida, y ya estén autorizados.

Así mismo, se declaró que no se podrán utilizar dineros públicos para promover las corridas de a pie o a caballo y tampoco se podrá invertir en construcciones destinadas a espectáculos crueles con animales.

Para la mayoría de los magistrados, quienes votaron seis a tres a favor de tales espectáculos, las corridas de toros, la riña de gallos y las corralejas (corridas populares en las que el público puede lancear a las reses) son "tradiciones culturales en Colombia, y como tal, deben mantenerse".

Para los demandantes, en el coleo, las corralejas, las corridas de toros, las becerradas y las peleas de gallos, los animales son sometidos a tratos crueles, actos que son penalizados por el Estatuto de Protección Animal. Además, argumentaban también que se vulnera el derecho a un ambiente social y cultural sano, atentatorio de la paz y la convivencia, y que viola el libre desarrollo de la personalidad de quienes los rechazan.