El zigzag de ZP

   El presidente del Gobierno, el señor Rodríguez Zapatero, ha descubierto que erró en sus pronósticos y ahora resulta que en la   Unión Europea mandan Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy. Por eso se apunta a sus tesis con el desenfado del que se cuela en un cóctel al que no ha sido invitado. Zapatero se ha olvidado ya de lo que decía de Merkel antes de las elecciones alemanas y de Sarkozy durante la campaña electoral francesa. Tal es su capacidad de borrado que a petición de Alemania ha intentado convencer a los polacos para que acepten un retroceso en las cuotas de poder -derecho de veto, 27 votos en el Consejo- alcanzadas por Polonia (y también por España) en el Tratado de Niza. Puestos a olvidar también se ha olvidado de la Constitución -que nos llevó a aprobar en referéndum, cuando habría sido suficiente una votación en el Parlamento como hicieron en otros países-.

No es fácil hallar una explicación lógica para tan sorprendente mutación porque analizado el discurso en el que se sustenta la evidencia mayor es la falta de consistencia del propio discurso. Es lo uno y su contrario; lo que ayer tenía valor, hoy ya no sirve. Ayer la Constitución era el futuro, hoy hay que olvidarla como, por cierto, pedía ayer en los Comunes la señora Beckett, ministra británica de Asuntos Exteriores. Me imagino lo que estarán padeciendo en Exteriores los profesionales que como Alberto Navarro y su equipo luchan cada día en Bruselas defendiendo los intereses de España. Hablo de estrés profesional porque con tanto zigzag político no es fácil que le tomen a uno en serio.