Circula en estos días por la 'Depp Web' o red profunda de Internet, una inquietante subasta, promovida por alguien bajo el nickname de Eño-Eño, de 3 diminutos fanales que supuestamente contienen otras tantas reliquias de Carlo Acutis, el miembro más joven del Santoral Católico, coloquialmente conocido como 'santo millenial' e 'influencer de Dios'.
Beatificado el por el papa Francisco I en 2020 y canonizado en 2025, por su sucesor, León XIV, nació accidentalmente en la capital del Reino Unido, en mayo de 1991, donde sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, residían por motivos profesionales, pero muy pronto la familia se trasladó a Milán, donde Carlo cursó estudios de primaria y secundaria con las Hermanas Marcelinas y posteriormente de bachillerato en el Liceo Clásico León XIII, dirigido por jesuitas. Fue allí donde nació su amor inmenso por la Eucaristía, que entendió, según sus propias palabras, como una "calzada que lleva al cielo".
Programador informático, Carlo se especializó en la documentación minuciosa de milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia, con los que acabó conformando un censo de 136 casos, que, volcado en una Web especializada, hoy goza de gran predicamento en todo el orbe católico, al punto de que desde algunas pías organizaciones se le ha postulado como posible patrono de Internet.
El 9 de octubre de 2006 fue diagnosticado de leucemia promielocítica aguda e ingresado en un Hospital San Gerardo de Monza, al norte de Italia. Carlo intuyó su final inminente, intento tranquilizar a sus padres y al personal médico que le atendía, pidió la extremaunción y entregó su alma al Señor 3 días después. Tenía 15 años. Fue enterrado en el cementerio de Ternengo, en el Piamonte, pero siguiendo sus deseos expresados en vida, se decidió trasladarlo a la ciudad natal de su amado San Francisco de Asís.
El 23 de enero de 2019 se exhumó en cadáver y fue depositado en la Parroquia de Santa Maria Maggiore, también conocida como Santuario della Spogliazione o Santuario del Despojo, en Asís, excepto el corazón, que, introducido en un relicario, se transportó a la Catedral de San Rufino en la misma ciudad.
En el contexto de los actos previos a su beatificación, el 1 de octubre de 2020 se abrió su tumba para exponer su cuerpo a la veneración de los fieles, que contemplaron atónitos su perfectísimo estado, lo que rápidamente hizo correr al noticia de que se hallaba incorrupto. Inmediatamente Domenico Sorrentino, obispo de la diócesis de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, aclaró que, tras la exhumación del cadáver, este había sido tratado con las técnicas de conservación e integración que se practican habitualmente para exponer dignamente los cuerpos de los santos a la veneración de los fieles.
El 21 de febrero de 2020, y tras la verificación de un milagro que curó a un niño en Brasil, Franciso I dio su plácet para iniciar el proceso de beatificación, que, tras la constatación de otros prodigios, concluyó el 10 de octubre de 2020.
Otros portentos atribuidos a su intercesión llevaron a Carlo Acutis a la inclusión en el Santoral Católico, que el Sumo Pontífice anunció para el 27 de abril de 2025.
Sin embargo, su fallecimiento 6 días antes obligó a suspender temporalmente el ritual. Este se produjo finalmente el domingo 7 de septiembre de 2025, en la Plaza de San Pedro del Vaticano y en presencia del sucesor en la cátedra de Pedro, el papa León XIV.
Las supuestas reliquias que Eño-Eño subasta en la red profunda serían un diminuto lunar que el joven tenía en la espalda, un pelo y la uña del dedo gordo del pie izquierdo.
Podría sonar chusco, pero el censo de reliquias fisiológicas es inmenso y su recensión daría para una enciclopedia de bastantes tomos.
En mor de los límites que esta publicación impone, cabria citar las gotas de leche con la que la Virgen María alimentó al Niño Jesús, que se veneran en la catedrales de Murcia y Oviedo, en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma, y en la iglesia asturiana de Bandujo; los pañales que envolvieron el cuerpo de Jesús al nacer, donde quizá exista ADN del Redentor, y que reposan en el santuario de Aquisgrán, Alemania, en las catedrales de Dubrovnik, Croacia y de Spoleto, Italia, y en el monasterio español de Santo Toribio de Liébana; la cabeza, sin mandíbula de Juan el Bautista, cuyo culto se lleva a cabo en la Basílica de San Silverio de Capite, en Roma; el pie de Santa María Magdalena, en la Basílica de San Giovanni Battista dei Fiorentini en Roma; el brazo incorrupto de Teresa de Jesús, que está en el Monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora, el Alba de Tormes, Salamanca, donde también se veneran su cuerpo despedazado y su corazón, mientras que la otra mano incorrupta se conserva en el Convento del Corazón Eucarístico de Jesús, de Ronda, Málaga.
Lo del Santo Prepucio de Jesús, el pedacito de piel que se extirpa a los bebés judíos, es capítulo aparte. Supuestamente lo habría conservado San Juan el Bautista para posteriormente hacerle entrega del mismo a Santa María Magdalena. Su importancia fue disminuyendo con los siglos y especialmente como consecuencia de los numerosos litigios entre abadías y catedrales que esgrimían pruebas de la autenticidad de cada uno de los suyos.
El papa León XIII prohibió su culto en 1900, pero algunos de sus depositarios dijeron que nones y siguieron venerando el suyo hasta que el último superviviente fue robado de la parroquia de Calcata Vecchia, región del Lacio italiano, en 1983.
Por lo que a Carlos Acutis se refiere, sólo en España constan varias ubicaciones con sus reliquias, incluyendo la Parroquia de San Pedro y San Pablo de Coslada, Madrid; la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva, en Alcalá de Henares, Madrid; la Parroquia Santiago Apóstol de Getafe, Madrid; el Santuario de María Auxiliadora/ Salesianos Atocha, en Madrid; el Centro educativo FASTA Madre Sacramento, de Torrent, Valencia; la Basílica de la Merced en Barcelona; el Convento de los Franciscanos en Granada y la Basílica de Santa María de los Sagrados Corporales en Daroca, Zaragoza.
Veremos que suerte corren las que Eño-Eño subasta en estos días.
Si (
No(
