www.diariocritico.com

Se fue el bruto

miércoles 05 de noviembre de 2025, 08:04h

Ya se fue el bruto, llorando como un cocodrilo ante sus presas. Aún quedan flecos que arreglar con Vox y hasta con el PP de Madrid, el partido más mediocre de Europa, pero ya se fue.

Carlos Mazón es un montón de cosas y todas ellas se subvierten al principal rasgo de su personalidad: la mediocridad. De alguna manera, mediocridad apunta al mainstream, pero no: es como estar en el promedio, pero sin inteligencia ni capacidad de trabajo ni preparación, recuérdese que estamos hablando de un cantante de música ligera en cruceros horteras.

Mazón ha tenido mil momentos para irse y se ha ido cuando las patadas en su cara resonaban en el Museo de las Ciencias con gritos de rata y asesino. Y, para apuntalar bien su mediocridad, en medio de los insultos no se le ocurre otra cosa que sonreír.

Mazón es un hombre inane, pero además es un hombre que desconoce sus límites, lo que le convierte en un hombre peligroso, y es un irresponsable en muchos grados, empezando porque cuando 48 horas antes del desastre están advirtiéndonos de que venía una gorda, y que el mismo día a las nueve de la mañana él encargó un informe de urgencia sobre la magnitud de la que venía, no parece muy sensato no anular las citas frívolas de ese día.

Durante la reunión del Consell, de 9 a 11, se habló del peligro de las lluvias torrenciales ya que la Agencia Estatal de Meteorología había decretado la alerta roja a las 7.36 horas. Se descartó lanzar la alerta a la población. A las 9:30, durante la reunión, la AEMET transmite el “peligro extremo” del temporal.

Mazón, entonces, se va a recibir un certificado Aenor y a las 12.30, acude a una presentación sobre salud digital. A las 13.45, regresó al Palau de la Generalitat para reunirse con dirigentes sindicales y empresariales. Mazón calificó ante todos de exagerada la decisión de la Universidad de Valencia de suspender las clases. Entonces, agotado de tanto trabajar por el bien común, se fue al Ventorro. La comida con la cobarde Maribel Vilaplana, que podía haber esclarecido todo esto hace un año en vez de borrar miserablemente mensajes y conversaciones, duró cuatro horas durante las que Mazón recibió cuatro llamadas de Salomé Pradas, la consejera de Interior, todas después de que se iniciara la reunión del CECOPI a las 17:00 (17.37, 18.16, 18.25 y 18.30) La segunda 39 minutos después de la primera; la tercera nueve minutos después de la segunda y la cuarta cinco minutos después de la tercera. La cadencia es simple: hay una clara preocupación por algo grave, pero Mazón sigue de francachela.

A las 16:40, una hora antes de la primera llamada, el 112 recibió docenas de llamadas advirtiendo del desbordamiento del barranco del Poyo a la altura de Chiva y Cheste y a las 18:30, dos horas después, cuando se produce la última llamada de Pradas, la riada llegó a Paiporta y Catarroja dejando 61 muertos. Mazón seguía comiendo. Dos horas más tarde, habiéndose cambiado de ropa y todo, apareció, por fin, en el CECOPI. Para entonces la mayoría había muerto.

Sólo esta narración debería provocar la caída de Mazón varias veces por inepto, por irresponsable y por abandono de funciones. Sólo espero que lo juzguen por 229 homicidios involuntarios y por negligencia en el ejercicio de sus funciones.

Ha dimitido un año después, sin credibilidad ni perdón. Y en este año ha arrastrado por aquel fango detestable cuanto ha podido, incluyendo la dignidad de las víctimas. Y, por ser otra medianía también, la cúpula del PP con Núñez Feijoo a la cabeza ha demostrado, una vez más, que no está a la altura: se ha dejado llevar por la corriente envenenada de las mentiras de Mazón, incapaces de decir públicamente el Señor Mazón ya no tiene el apoyo del PP.

Pronto empezará otro ciclo electoral que culminará con las generales del 27. El PP, por inercia y por inepcia, cree que va a ganar. Ya le pasó la última vez, perdió por gestionar como el culo las negociaciones autonómicas con Vox antes de las generales, y le volverá a pasar en el 27 porque el trasvase de votos a Vox va a ser apoteósico.

Sigo con mi tesis: este país está lleno de gente que trabaja, se divierte, es solidaria, cívica y tiene mucho en común, pero estamos condenados a sufrir en la política una panda de mediocres sin escrúpulos ni honor.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
2 comentarios