En medio del creciente debate sobre la sostenibilidad de unas valoraciones bursátiles históricamente altas, está teniendo lugar otro, más alejado de los focos, que no solo puede afectar a como se resuelve la incógnita de las valoraciones de la IA, sino a cómo puede transformarse la política monetaria de la Reserva Federal, inmersa ahora en un proceso de colonización por parte de la actual Administración.
EL LABORATORIO JAPONÉS
Esto ocurre al mismo tiempo que en Japón ha llegado la hora de afrontar las consecuencias de decisiones que antaño se consideraron soluciones, pero que ahora colocan al país ante una situación muy compleja. Su interés para nosotros radica en que es la misma ruta por la que hemos de transitar si no cambiamos el rumbo.
Las finanzas públicas japonesas son, con diferencia, las más desequilibradas. Y no solo la deuda pública, sino también la ratio deuda total /PIB, ambas considerablemente más elevadas que en otras economías desarrolladas. A ello se suman: un déficit público elevado y estructural, el rápido envejecimiento de la población y una fuerte resistencia social a la inmigración. Si esto se ha podido sostener, es gracias a tipos de interés extremadamente bajos. Con una inflación que supera el 3%, consecuencia de un mercado de trabajo muy rígido y de las implicaciones sobre los precios de un tipo de cambio muy débil, el dilema sobre qué hacer con los tipos de interés tiene difícil respuesta: si los tipos suben, el coste de la deuda puede hacerse insoportable; si no lo hacen, se arriesgan a perder el control de la inflación. El nuevo gobierno pretende volver a estimular la economía mediante medidas fiscales, y presiona al Banco de Japón para que mantenga bajos los tipos de interés. Una receta de la que solo puede salir un tipo de cambio todavía más débil, una desconfianza creciente sobre la voluntad de controlar la inflación, y la consecuente subida de los tipos de interés de largo plazo. Muchos países siguen hoy el mismo patrón.
UNA NUEVA NARRATIVA
Frente a esta visión clásica, los candidatos mejor posicionados para ocupar la presidencia de la FED están adoptando un enfoque diferente. Parecen apostar a que un auge de la productividad permitirá una política monetaria más laxa de la que las condiciones actuales de precios exigirían. Dicho de otro modo: la política monetaria ya no pretende ser una guía para los mercados, ni ser dependiente de los datos, sino que pasa a articularse atendiendo a algo tan holístico como la influencia que tendrá en la productividad la aplicación masiva de la IA. Tendremos entonces que creer que la inflación será contenida por la productividad, tal y como se creyó en los años 90´s, -los previos al estallido de la burbuja deinternet-, solo para reconocer después que no era así. Las subidas de tipos que vinieron a continuación fueron el detonante para la crisis. El día 10 de diciembre, la Reserva Federal, todavía carente de datos sólidos sobre los que diagnosticar, habrá de decidir que rostro muestra: ¿el del rigor frente a una inflación que no da traza alguna de bajar del 3%, afrontando la crítica, pero reforzando su autoridad?, ¿o el de una institución que da un paso muy importante hacía su definitiva colonización política?
Consecuencias lejanas al margen, los mercados apuestan con un 90% que los tipos serán recortados. Con la moderación de quien sabe que ha obtenido algo valioso, -consecuencia de una mala actuación-, lo celebrarán. De la proyección sobre uno mismo de lo que ocurre ahora en Japón… ya se ocuparán otros. No es la burbuja. Es el riesgo de apoyarse en pronósticos optimistas muy difíciles de que se concreten.
Consejero Delegado del Grupo Omega Financial Partners. Es economista, MBA por la IE Bussiness School y en Estrategia Internacional por la London Business School. Formado en el Chicago Mercantil Exchange, es experto en Options Risk Management por O´Connell & Piper de Chicago. Conferenciante y profesor de derivados financieros y divisas en diversos programas Master. Además, dirige los Comités de Riesgo de compañías de múltiples sectores de actividad, siendo miembro de varios Consejos de Administración. Ha sido contertulio habitual de emisoras de radio, miembro del equipo editorial de diversos diarios