Se presentan cuatro candidaturas: una formada por Joan Puigcercós y Joan Ridao. La segunda por Ernest Benach y Rafael Niubó, apoyados por Joseph Lluís Carod Rovira. La tercera la forman Joan Carretero y Ruth Carandell u la cuarta la forman Jaume Renyer y el joven Uriel Bertrán.Unos 4000 de los poco más de 10.000 militantes de ERC participarán en el congreso.
Las candidaturas de Puigcercós, actual secretario general y de Benach son a priori las que tienen más posibilidades de llevarse el gato al agua, aunque quizás una alianza con las otra dos puede dar otra mayoría. Todo está, pues abierto.
En la campaña pre congresual las candidaturas se han comportado como partidos dentro de otro partido. Han abierto páginas web, han publicado libros para divulgar sus tesis e incluso, este fin de semana han organizado mítines con sus partidarios.
El primer en abrir fuego ha sido Carod, que el sábado pasado se dirigía a sus seguidores proclamando que la suya era la Esquerra responsable y dejando claro que su principal adversario, al que no nombró pero todos supieron que es Puigcercós, representa la derrota y la improvisación. El actual presidente de ERC desveló entre otras lindezas que le han hecho mobbing en el partido.
La propuesta de Carod y sus partidarios se resume en un libro denominado 2014, la fecha en la que el líder republicano cree que se podría realizar una consulta popular sobre la autodeterminación catalana. Pero más que la fecha mítica es la estratégia para llegar a este punto lo que diferencia a este sector de ERC de los otros. Carod y los suyos son partidarios de mantenerse en el gobierno catalán e ir incrementando desde allí su influencia política y social, con las consecuencias de moderación y seriedad que implican.
Puigcercós ha publicado también esta semana un libro de reflexión política: “Generació.cat” en el libro este dirigente explica sus posiciones no sólo estratégicas, en las que aboga también por mantener a ERC en el gobierno pero “marcando” perfil, y define posiciones ideológicas. Así, el joven secretario general se define cercano a posiciones de izquierda liberal y se muestra partidario de llegar a compromisos con sectores empresariales catalanistas. Un perfil diferente lo tiene Carod, que procede de la izquierda marxista, aunque haya suavizado muchísimo sus posiciones. Puigcercós, igual como hizo Carod tiene previsto un acto de masas para el sábado próximo en el que mostrará el apoyo que le dan buena parte de los consejeros de ERC en el gobierno y la mayor parte del “aparato”.
Si Carod se apartó de la carrera por presidir directamente ERC a cambio de mantener la candidatura a las autonómicas del 2010, esto ha quedado también en entredicho porqué en el libro citado, Puigcercós se declara dispuesto también a pugnar por la candidatura a Presidente de la Generalitat, cosa que si hay más de un candidato supondría tener que realizar nuevas primarias.
Quedan dos candidaturas que aunque minoritarias pueden condicionar el resultado final. Rcat es la tendencia liderada por Joan Carretero, un ex consejero que se muestra abiertamente partidario de priorizar la vía nacionalista en lugar de la izquierdista. Lo que supondría, de ganar, romper el Tripartito.
También Esquerra Independentista de Uriel y Renyé optan por renegociar el pacto tripartito, aunque desde una posición izquierdista y más radicalmente independentista. Las bases jóvenes de los republicanos y una parte de los apoyos en la zona de Tarragona forman el grueso de este grupo.
Se ha de tener en cuenta que los avales para poder presentar lista suponían superar los 500 en cada caso. Quien más presentó fue Puigcercós, más de 2000, seguido de la lista Niubó con más de 1000, y las de Carretero y Bertrán que superaron por poco esta cifra. No obstante, la lista Niubó dijo poseer más de 2000 avales pero no los presentó por temor a que esos apoyos sufrieran algún tipo de represalias.
Los socialistas creen que ganará Puicercós y que en la ejecutiva volverá ha estat el sector Carod, con lo que en privado se muestran tranquilos por la salud de Tripartito. Sea como fuere, las luchas internas de ERC tienen un efecto inmediato: las encuestas de la Generalitat indican que el PSC incrementa sus apoyos consulta tras consulta, a costa de los republicanos y en menor medida de ICV.
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