El ‘camarote’ de Ballestero

La convocatoria pretendía ser ‘discreta’. El diputado del PP por Toledo, Alejandro Ballestero, quería hablar y aportar su granito de arena al debate abierto en su partido en vísperas de la celebración del XVI Congreso Nacional de junio.Y no se le ocurrió otra cosa que comentar con algunos periodistas que a las seis menos cuarto -con tiempo suficiente para que los boletines de las radios pudieran hacerse eco de sus declaraciones-  iba a hacer unas “reflexiones” en su despacho de la planta sexta del Congreso. Pero, hete aquí, que la voz se fue corriendo como la pólvora, -como se supone que él pretendía-, y antes de la hora prevista el pequeño habitáculo del diputado de apenas 25 metros cuadrados, parecía ya el camarote de los hermanos Marx. Allí no cabía ni un alma. Cámaras, micrófonos y decenas de periodistas aguardaban la llegada del protagonista dentro y fuera, en los pasillos, como si se tratara de una estrella de fútbol. Las bromas y los chascarrillos se sucedían, mientras el líder del PP extremeño, Carlos Floriano, vecino de despacho de Ballestero, contemplaba atónito la escena y preguntaba “¿pero qué ocurre?”.

    En vista del panorama, el diputado por Toledo decidió desplazar a todo el séquito de prensa hasta otra sala para poder realizar su comparecencia de forma más cómoda. Al final, se decantó -¡casualidades de la vida!-, por la sala Peces Barba que se encontraba vacía en la segunda planta de la Cámara Baja. Y allí, con una expectación sin precedentes estos días, puso en cuestión el liderazgo de Rajoy, al igual que el día anterior lo había hecho Gabriel Elorrriaga en un artículo de prensa, consiguiendo por unas horas ser el siguiente protagonista de un goteo de voces críticas que se revelan ante “la pasividad del líder”.

    Pero, “¿habrá candidatura alternativa”, se le preguntó. “Yo no voy  a encabezar ninguna”, reconoció Ballestero, pero pidió margen “para manejar los tiempos” sin descartar que pronto – quizá el lunes- ‘alguien’ por fin se decida.