El malestar y la preocupación que ha causado en el Gobierno las prisas y las formas con las que José Montilla ha cerrado el ‘Govern de la Entesa’, nombre con el se ha rebautizado desde Barcelona al tripartito, -palabra que parece ahora estar ‘maldita’- ha llevado a Zapatero a imponer en el PSOE y en el propio Gobierno, un pacto de silencio.
Si el pasado jueves era Alfredo Pérez Rubalcaba quien se negaba a hacer cometario alguno sobre la marejada de fondo que hay en el partido con el asunto al ser abordado a la entrada de una acto organizado por la Fundación Ortega y Gasset, esta martes era la propia Vicepresidenta Primera del Gobierno, Fernández de la Vega, quien se escabullía de los periodistas.
Su silencio no pilló por sorpresa a los medios de comunicación que la esperaba a la entrada del Círculo de Bellas Artes en donde presentaba un libro sobre Clara Campoamor, pionera en reivindicar el voto femenino. Una ‘avanzadilla de Moncloa avisó minutos antes de su llegada que la ‘vice’ no iba a decir “nada”. Y así fue. Mucha sonrisa pero ni pío.