Bernardo Rabassa | Miércoles 05 de marzo de 2014
Después de
innumerables artículos, la digresión sobre el contenido del alcance y el
contenido de la amistad, me apetece especialmente, por la desaparición entre
nosotros de un verdadero amigo: Juan Luis Harriero, hombre de mar y empresario
asegurador en tierra, que ha muerto siendo mucho más joven que yo, hasta ahora
mis amigos muertos solían ser mayores en general e incluso ahora los conocidos,
razón por la que reviso las esquelas del ABC, pues algunos de ellos retirados
del mundanal ruido, solo se les encuentra en el recuerdo publicitario de las
mismas.
No soy
especialmente creyente en el futuro, en no sé que otro lugar, pero es, o debe
ser imposible que una amistad, mejor camaradería, nacida en el Mar y con la Mar
pueda desaparecer, así sin más, por una desdichada e inopinada hemorragia
cerebral, ni tampoco que un largo curriculum de hechos inacabados, puedan no
haber dejado huella perenne, en los que aquí nos toca seguir, en el pancerebro
que constituimos entre todos, y que es nuestro acervo cultural, local, español
o mundial.
Estoy
convencido, de que la huella de la generosidad de Juan Luis y de su
laboriosidad, no pueden hacer otra cosa que seguir viviendo ente nosotros,
proyectándose hacia el futuro, en todos los que le conocieron: Licenciado en
Ciencias Económicas y Mediador de seguros titulado, con una experiencia de más
de 40 años en el sector asegurador. Bilingüe francés - español. Nacido en
Madrid en 1949. y licenciado en Ciencias Económicas - especialidad de Empresas-
(1968/1974) por la Complutense de Madrid. Asegurador (1971/1983) en La Urbana,
L´Union y UAP (Director General Técnico-Comercial). Desarrollo de la actividad
profesional en Francia durante 3 años, como Asegurador 2 (1974/1976) y uno como
corredor (1983).Fundador de Sociedades en España del Grupo CECAR (1983/1996),
tales como CERCARESP, S.A. , AB IBERCECAR, S.A. e IBERCECAR, S.A. (Consejero
Delegado). Fundador de GESTEMDE, S.L. (1997) en el Sector Deportes. Fundador de
ALKORA, S.A.(Grupo VERSPIEREN) en 1997; y hasta ayer
Presidente Ejecutivo y Vice-Presidente de su Consejo Asesor. Consejero
de : REFLEX, S.A. (Automóviles); COMITAS, S.A. (Telecomunicaciones); MONJOREN,
S.A. (Inmobiliaria) y ADVANTI, S.L. (Consulting Empresarial).Miembro de "La
Chambre", Diálogo, CEIM, ROTARY Intl., entre otros muchos cargos de un
curriculum especializado en el sector asegurador, que le notará a faltar.
Pero no podía
irse, por su reciedumbre, sin dejarnos algo más y que vivirá en otras personas
concretas: su sangre, y que cediendo sus órganos para que personas al borde de
la muerte sin trasplante, pudieran
vivir, alargando su vida sobre la tierra y salvándoles por algún tiempo más.
Hasta eso, hizo
por los demás, como rotario "dar de si antes de pensar en si", con su barco que
compartía con cualquiera que se lo propusiera, con ese fantástico "Blues" barco
de vela sin fronteras, y con quien ya preparábamos ir no solo a las Baleares
sino al fondo del Mediterráneo. La Mar o el Mar estrecha vínculos, mucho más de
lo que normalmente se piensa, pues en
las tripulaciones, unos velan sobre los otros, tanto en paz como en
guerra, pues la vida del camarada depende de nuestra atención, vigilancia y
disciplina y además de un lenguaje común, un argot aparentemente complejo,
donde es necesarios conocer los nombres precisos, de las jarcias móviles y
fijas a fin de no errar a la voz de mando, pues equivocarse, equivale a
tremendos peligros que pueden hacernos naufragar, por roturas de palos, erradas
maniobras ,si el mar está embravecido,
pudiendo dar con nosotros en su fondo, siempre atrayente como un imán, que
puede ser las más de las veces nuestra sepultura. Tan simple como un golpe de botavara, o no
sujetarse con arnés, o no tener algún compañero a nuestro lado, y la muerte o
la incapacitación, nos rondan en todas las travesías.
Hasta entrar
en un puerto entraña peligro. La entrada y salida de barcos del puerto de
Zumaia ha sido siempre muy complicada y peligrosa, ya que la orientación de la
barra o malecón con respecto a la dirección de las olas no ha sido nunca la
adecuada, por lo cual ha habido innumerables accidentes, la mayoría sin
consecuencias trágicas...Esta vez fue un Bavaria 38..en .
http://vimeo.com/87355387 "Había mar de fondo pero nada del otro mundo.
Tuvimos regata y al entrar.... Verdadera mala suerte, porque es una ola
excepcional. En fin, de los 4 que cayeron dos llegaban chaleco, no así los
otros entre los que estaba el patrón. Hablamos con ellos cuando llegaron al
pantalán, estaban tranquilos y no pasaron miedo en ningún momento. Los dos que
no tenían chaleco se agarraron a los que tenían y como no podían nadar se
tumbaron a la "plancha" mientras llegaba la ayuda. Un susto con una
ola inesperada..." y fue una
pequeña embarcación a motor quien les recogió. Mientras el velero impotente,
rondaba sin poder acercarse. Solo fue,
no llevar arnés con un cabo sujeto al barco,y dos de ellos sin chaleco. Verlo
para creérselo, podían haber sido 4 los muertos, este es el verdadero mar, del
que nacen amistades imperecederas.
Llegando a Ibiza
con Juan Luis Harriero, en el Blues su velero de 26 m, nos cayó un
chubasco a palo seco, y durante más de media hora diluvió con tal fuerza que no se alzaba el mar, a pesar
del viento. Si hubiera sido en tierra, hubiera habido inundación, aderezada con
numerosos rayos, de los que nos libramos hasta que ya al final. Un rayo cayó en
el palo, con la suerte que deslizándose por la jarcia metálica fue al mar,
fundiéndonos parte de la electrónica del barco, habíamos vuelto a nacer, de
ello hace ahora un año. Y yo sigo aquí mientras el ha partido. Ha muerto en la
plenitud de su madurez, y su carácter abierto, a veces bromista, le hacía
querido de todos. Pocas gentes veréis con menos enemigos que él, se hacía amar,
y estoy convencido, de que la Mar. El mar, era en realidad lo que conformó su
carácter, vista siempre al infinito azul, desde el "Blues (Azul) ", siempre con
la comprensión, de la enorme extensión del agua, que nos rodea a los marinos y
que nos acoge como una madre. A veces fiera, pero siempre relajante y motivante
al tiempo. No habrá naufragio en nuestras vidas, ya que el mar no permitirá que en tierra,
fracasen nuestras ilusiones. En todo caso, y como a Juan Luis nos arrastrará a
la eternidad, para velar por los otros marinos que nos hermanan en las tierras
del Cielo, en permanente cambio según el
sol, la luna y las estrellas. Cuida de nosotros Juan Luis, sin ti, nos sentimos
huérfanos, eso sí, determinados a seguir tu rumbo, casi inalcanzable por los senderos no
jalonados, del inmenso piélago de nuestras vidas.
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