En declaraciones en la 'COPE', el ministro ha asegurado que no hay señales de daños a la economía española por el desafío catalán. Además, De Guindos lo desvinculó de la última subida de la prima de riesgo porque “el procés está generando ruido y eso es innegable pero los inversores no creen que vaya a haber independencia en Cataluña, y están en lo correcto”.
Además, ofrece 3 argumentos para desacreditar la posibilidad de la independencia: primero, aclara que en caso de que Cataluña quisiera tener una independencia económica “el empobrecimiento sería brutal. El PIB caería más del 30%". Sería inviable económicamente.
Segundo, asegura que las entidades bancarias domiciliadas allí tendrían que cambiarse: "Esto provocaría una incertidumbre tremenda”.
Y tercero, y más contundente, afirma: "Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que el panorama es irracional e inviable y el mercado financiero no lo incorpora a sus cálculos".
El ministro señala que el cambio de domiciliación de algunas empresas situadas hasta ahora en la Comunidad no se debe al miedo al procés sino a los impuestos tan altos existentes en Cataluña: "Siempre hay cambios porque se busca el entorno más favorable”.
De Guindos espera que se siga manteniendo la estabilidad que ha conseguido que la economía española crezca por encima del 3%: "Tenemos que seguir trabajando en reducir el paro y creando empleo, ése es nuestro objetivo".
Prevé que, en términos económicos, el segundo semestre no será muy diferente al primero que ha pasado e indica que a pesar de los datos de afiliación de julio y agosto “no hayan sido tan buenos” son entendibles porque insiste “habíamos tenido una evolución muy intensa hasta ahora”.