En dicha misiva se afirma que el Gobierno central de España "no cumple las condiciones para formar parte de una UE moderna y democrática", lo que ha motivado una llamada al orden al embajador de Bélgica en Madrid, a quien el Gobierno español trasladó el "profundo malestar" que ha causado la misiva, que el Ejecutivo considera un "gesto francamente hostil".
Peumans denuncia que "la violencia usada durante las elecciones" - en referencia al referéndum ilegal del 1-O - fue "la expresión más indignante de una política antidemocrática" y considera que "mantener a políticos arrestados durante meses es un acto aún más insidioso". Presentándose como "portavoz del Parlamento flamenco", expresa a Forcadell su "apoyo creciente a tus ambiciones de dar al pueblo catalán la oportunidad de elegir su propia identidad".