El asaltante, que se movía por un móvil antesemita, supremacista y racista, grabó su operación para retransmitirla en directo en redes sociales, como sucedió con un ataque similar en Nueva Zelanda este mismo año. Actuó en las inmediaciones de una sinagoga vestido con ropa militar y mató a 2 personas, además de atacar también un local de comida turca.
El Gobierno alemán calificó el atentado de "antisemita" y de ideología de "extrema derecha", confirmando que la policía arrestó al asaltante a última hora de la tarde. Este joven grabó el atentado e insultó a los judíos y extranjeros, llamándoles "inmigrantes de mierda".
El diario 'Der Spiegel' asegura que el atacante sería Stephan B., de 27 años, y estaba perfectamente blindado con ropa militar y un casco con cámara, con la que grabó el vídeo en directo del atentado. Disparó a una mujer en plena calle y a un cliente del local de comida turca, acabando muerto.
La canciller alemana, Angela Merkel, que fue informada al minuto de los hechos, expresó su "solidaridad" con toda la comunidad judía y no dudó en calificar de atentado antisemita lo sucedido.