"Pues siempre se siente uno un debutante cuando vas sin picadores.Aunque conozcas la plaza y esté el respetable de tu parte, hay que citar de frente y sin mirar al tendido.El viejo oficiante sabe que los ayudados por alto y el desplante desairando al morlaco, son recursos ordinarios de quien se ha olvidado que no se viene a esto a presumir sino a regalar".
Un subalterno de lujo para hacer inolvidable la actuación
Por supuesto que Ruibal tirará de su repertorio, ese que "los aficionados ya conocen, así como el modo de componer la faena", pero que aún así, cual remata, "siempre esperan el lance mágico que haga inolvidable el festejo". Además, contará junto a su inseparable guitarra con un subalterno de lujo, habitual en su cuadrilla, el fabuloso Diego Villegas con su armónica, saxo, flauta, clarinete y lo que le echen.
"Procuraremos, mi cómplice y yo, que no nos echen los toros al corral y aplaudan a las mulillas.No en balde, sin arte, no hay fiesta sino una bulla ruidosa, un quiero y no puedo, una sosería impropia del escalafón que nos hemos ganado en tantas ferias y en tantos años", afirma Ruibal al respecto. De modo que no es de extrañar que su estocada verbal de despedida sea rotunda respecto al futuro: "Pues seguir lidiando mientras haya salud y Dios reparta suerte". Y olé.