La vicepresidenta de la Cámara de representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, ha viajado hasta Taiwán, lo que no ha sentado nada bien al régimen chino. El país ya había advertido a Estados Unidos que habría consecuencias si Pelosi llegaba a la isla, pero desoyendo todas las advertencias, ha aterrizado en Taiwán.
Pekín ha considerado la visita como "extremadamente peligrosa" para las relaciones de paz entre China y Estados Unidos y aseguran que quieren utilizar a Taiwán para presionar al Gobierno chino.
Tras confirmarse la presencia de Pelosi, China ha anunciado que comenzará maniobras militares alrededor de Taiwán los próximos días. El gigante asiático realizará "disparos reales", según recoge RTVE y entrenamientos marítimos y aéreos próximos a la citada isla.
Lejos de amedrentarse, Pelosi ha compartido en su cuenta de Twitter un hilo donde detalla las razones de su visita y reafirma su apoyo a la "inquebrantable democracia" de Taiwán.
Ha remarcado que Estados Unidos muestra su "solidaridad" con los 23 millones de taiwaneses en el momento "más importante" y ha abogado por "el avance de una región del Indo-Pacífico libre y abierta". Según han adelantado algunas agencias, la visita de Pelosi se alargará hasta el miércoles, momento en el que se reunirá con la presidenta Tsai Ing-wen para visitar el Parlamento.
La visita ha supuesto toda una provocación para China y ha advertido de "consecuencias desastrosas" para Taiwán así como para Estados Unidos, a quien acusa de "vaciar de significado" la política de 'una sola China' que el país de Joe Biden lleva apoyando los últimos años.
Taiwán es un pequeño estado por el que China reclama su soberanía desde hace décadas, por lo que la 'incursión' de Estados Unidos en la disputa ha disparado las tensiones. Oficialmente el país norteamericano no mantiene relaciones con Taiwán, pero sí le envía armas y según su presidenta, tiene presencia militar en la zona, por lo que se ha vuelto un motivo de gran disputa entre las 2 grandes potencias.