El presidente español tiene un enorme interés con América Latina, a la que considera como un gran lugar de encuentro entre EEUU y España. Y con la que, según sus palabras,
"compartimos vínculos políticos y económicos y debemos promover la estabilidad en la zona y seguir luchando contra la miseria".
Por eso, dentro del clima de amistad que ofrece al Gobierno de la primera potencia mundial,
Zapatero ha añadido que Madrid y Washington "deben dialogar sobre América Latina", donde, además estima que "tienen el deber de llevar a cabo una acción más comprometida y acertada en cuanto a una región que no crece en justicia social ni en estabilidad". Además, a Zapatero le han dado la medalla del Foreign Policy Association por su liderazgo y ayuda a la cooperación internacional.
En otra de sus intervenciones, de carácter eminentemente económico, Zapatero se ha puesto el mundo por montera y ha llegado a decir que España "quizás tenga el sistema financiero más sólido de la economía internacional". Además, ha asegurado que el objetivo de España es superar en renta por capita a Francia, aunque no le "haga gracia a mi amigo Sarkozy". "Ya hemos superado a Italia en ese sentido y eso no le hace nada de gracia al presidente Berlusconi", bromeaba el presidente.
Crisis del sistema financiero
Aun así, el presidente reconoció el frenazo del crecimiento en España por la crisis del sistema financiero internacional y la presión del sistema energético. El presidente destacó las bondades de las grandes compañías españolas y aseguró que espera que la inversión de EEUU en España debe seguir como hasta ahora. También destacó la presencia española en EEUU en sectores financiero, infraestructura y energía.
Para Zapatero uno de los puntos fuertes de España es tener el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional, caracterizado por calidad, rigor, eficiencia y rentabilidad. También destacó que en España no tenemos hipotecas de baja calidad.
Además, hizo hincapié en el saneamiento de las cuentas públicas, el proceso de internacionalización de nuestra economía y el modelo de concentración social, uno muy original en Europa en el que impera la paz social.