Los catalanes votan este domingo en unas elecciones tan inciertas como decisivas y con la sensación de que al cierre de las urnas se habrá resuelto una parte, no menor, con el resultado en votos y su traducción en escaños, pero se abrira´otra de gran alcance y con múltiples derivadas, que no es otra que la negociación de los pactos para gobernar. Todo ello en medio de un escenario complicado con vetos entre partidos, muy pocas manos tendidas y una mayoría independentista que, por primera vez desde hace varios años, está realmente en peligro.
Cataluña no es extraña a un escenario en el que uno gana y no gobierna. Los datos hablan por sí solos: en 2017 se impuso Ciudadanos con Inés Arrimadas y el president fue Quim Torra (Junts); y en 2021, en la última cita con las urnas, el vencedor fue Salvador Illa (PSC) pero fue investido Pere Aragonès, de ERC.
Desde 2012 la mayoría absoluta independentista ha impedido cualquier otra opción de gobierno en la Generalitat, pero en esta cita con las urnas varias cosas han cambiado y a ese bloque soberanista, que se presenta menos unido que nunca y con una disputa entre ERC y Junts indisimulada, puede no bastarle los números, según se ve en varios sondeos electorales.
Cataluña es tierra de legislaturas que no terminan. Desde hace más de una década no se acaba un solo mandato completo con elecciones autonómicas en 2010, 2012, 2015, 2017, 2021 y este 2024, durante los años más convulsos vividos después de la celebración del referéndum de autodeterminación ilegal y la declaración unilateral de independencia del año 2017. 7 años después de aquella fractura que ha marcado la política española, ahora está a punto de terminar la tramitación parlamentaria de la ley de amnistía, que se va a cerrar en plena negociación para la investidura y con el regreso confirmado del ex president Carles Puigdemont para el pleno de investidura (con fecha tope el 25 de junio). Precisamente el ex presidente ha dicho que espera que "sea la última jornada de muchos exilios de muchas personas que están fuera y que es hora ya de que vuelva a casa". Así, después de esta cita con las urnas, las próximas semanas serán muy intensas en Cataluña.
Estas son algunas de las claves de estas elecciones:
Illa parte como favorito en todas las encuestas y quiere gobernar
Todas las encuestas dan como vencedor al PSC de Salvador Illa y esta vez el socialista ha declarado que quiere gobernar. El promedio de DatosRTVE daría una victoria de Illa con 40 escaños, seguido de Junts+, con 33, y ERC, con 26. De ocurrir este escenario, sería una de las victorias más claras en los últimos años en esta comunidad ya que en la cita previa esa terna se resolvió de manera más que ajustada y casi un triple empate con 33 escaños para el PSC y ERC (los primeros ganaron en votos) y 32 para Junts.
Illa, que ha utilizado durante la campaña machaconamente esta frase: "abrir un tiempo nuevo tras una década perdida con el independentismo", ya ha avanzado en esta campaña que si se impone, irá a una sesión de investidura y ha buscado que se acabe con la política de bloqueos, Junts ya le ha contestado- "Illa no será presidente con nuestros votos" mientras que ERC ha puesto una condición que los socialistas rechazan: un referéndum de autodeterminación. "También dijeron que no a los indultos y a la amnistía", han señalado los republicanos.
Así las cosas, la opción del tripartito de izquierda puede ser una opción muy real en cuanto a números, PSC, ERC y Comuns Sumar lograrían llegar con casi toda seguridad a la mayoría absoluta de 68 escaños, según las encuestas, pero se complica por la petición de los republicanos del referéndum como condición 'sine qua non'.
Los 'comunes', por su parte, con Jessica Albiach a la cabeza, piden entendimiento entre las fuerzas de la izquierda para priorizar la agenda progresista y dejar de lado la independentista, tratando de marcar un nuevo eje en la política catalana para que la disyuntiva sea entre izquierda o derecha y no entre soberanismo o constitucionalismo.
Illa solo ha vetado acuerdos a la ultraderecha de Vox y la independentista de Aliança Catalana, aunque admite que el pacto con Junts+ es más que difícil porque "Puigdemont es bloqueo".
La pelea entre ERC y Junts+ por liderar el espacio soberanista
El independentismo ha sido el que ha gobernado en Cataluña de forma histórica y mayoritaria durante la actual democracia con una fuerza hegemónica, CiU, y un president, Jordi Pujol, que gobernó durante cerca de dos décadas. Esta comunidad solo ha tenido dos etapas de gobiernos socialistas, entre 2003 y 2010, con dos legislaturas comandadas por Pasqual Maragall, primero, y José Montilla, con tripartitos junto a ERC e ICV.
Desde 2010 solo ha habido presidentes independentistas, Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra (los tres convergentes o posconvergentes) y Pere Aragonès (ERC)- gracias a las mayorías absolutas de este bloque. En 2015 incluso CDC, ERC y otras entidades soberanistas fueron juntas a los comicios bajo la marca Junts pel sí y consiguieron imponerse en las elecciones y gobernar, pero, desde ese año, también con el apoyo directo o indirecto de la CUP.
En las últimas elecciones de 2021, ERC 'sorpassó' por primera vez a Junts y Aragonès terminó siendo el primer president de la formación republicana de la historia de Cataluña. Junts le dio su apoyo y comenzaron la legislatura con un Gobierno conjunto, pero los desencuentros fueron subiendo más y más hasta la ruptura del Govern en 2022. Desde entonces Aragonès ha gobernado en minoría con el Ejecutivo catalán con menos apoyo de la historia (33 de los 135 diputados) y las tensiones entre los independentistas han ido creciendo más y más.