Las Ventas, corrida del 15 de agosto: Muy poco público y muy poco toreo

No lo hizo el confirmante Lama de Góngora, otrora novillero puntero venido a menos como matador. Sí, claro, el sevillano le echó ganas, ¡qué menos! Pero con un toreo posmoderno, o sea, ventajista, desaprovechó en el de la ceremonia al mejor toro del encierro, Gustoso, cuya codicia le desbordó salvo en una tanda de naturale. Tampoco Lama se centró con el otro amontonando pases y pases y pases que no dijeron nada.

Peor su lote tuvo Rafa Serna, que intentó sendas labores artísticas de poso y reposo ante dos bicornes rebrincados y descastado. Para más ‘inri’, el primero de ellos, además, asesinado en varas por Pedro Muñoz. El sevillano apuntó algún detalle que merece una repetición. El que sí repitió merecidamente fue José Fernando Molina, tras su reciente valerosa tarde venteña.

A punto estuvo de cortar una oreja en el que cerro función, adornado en sus ofensivas astas con dos llamativas navajas de la tierra del albacetense. Lo recibió de hinojos en el platillo con el pase cambiado, tres redondos y un molinete muy aplaudidos, como sus bellas verónicas con que recibió al burel. Siguió ya en pie con redondos de temple y ligazón, pero no se acopló al natural, y después su labor vino a menos. No obstante, de no haber necesitado cinco golpes de verduguillo, habría echado un trofeo en su esportón. Su labor en el anterior no pasó de aseada-

FICHA

Toros de EL TORERO, bien presentados, justos de fuerza y nobles, que excepto los descastados 2º y 5º, dieron juego, sobre todo el codicioso 1º.
LAMA DE GÓNGORA: división tras aviso; silencio. RAFA SERNA: silencio; silencio. JOSÉ FERNANDO MOLINA: silencio; silencio tras aviso. Plaza de Las Ventas, 15 de agosto. Un tercio de entrada (7.113 espectadores, según la empresa).