De no haber hallado muestras suficientes, los expertos deberían haber entregado el pasado sábado a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional un informe completo sobre el material no localizado. Este documento debería aclarar si la carencia de muestras se justificaba en el consumo de las mismas en pruebas anteriores o simplemente, por el hecho de que los restos nunca se hubieran recogido.
Con el fin de evitar suspicacias, el tribunal ordenó que la nueva prueba fuera realizada por un conjunto de expertos en los que se incluía uno por cada parte que hubiera propuesto esta nueva prueba -la defensa del presunto autor material de los hechos Jamal Zougam, la Asociación de Ayuda al 11-M y la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT)-. El resultado será valorado durante el juicio oral que comienza el próximo jueves.
El tribunal justificó la elaboración de este nuevo análisis en cumplimiento del artículo 729.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que le faculta para permitir pruebas distintas a las propuestas por las partes, con el fin de conciliar las diferentes pretensiones y por la necesidad de despejar todas las dudas puestas de manifiesto por varias de las acusaciones con respecto al uso de dinamita en el atentado.
La pericia tiene por objeto determinar las sustancias, elementos y componentes químicos que hay en los restos de explosivos, con el fin de expresar finalmente qué tipo pudo haberse utilizado. La prueba, realizada en dependencias de la Policía Científica, ha sido grabada en audio y vídeo por, al menos, dos cámaras que se usan sucesivamente y que serán precintadas en presencia del secretario judicial.
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