Producto de un deslizamiento de unos 50 metros de longitud registrado en la zona de Patujú (Bermejo) -situado a 80 km de la antigua carretera a Cochabamba- el oleoducto OSSA I, bajo la administración de Transredes, experimentó una rotura por donde hubo un derrame de petróleo. Según el reporte de Transredes, su centro de control ayer, cerca al mediodía, reportó la pérdida de presión operativa en el ducto OSSA I y se ‘cortó’ el bombeo. También se especificó que no se produjeron daños personales y que se activó un plan de emergencia y en forma preventiva se desactivó el sistema de bombeo. Además, se movilizaron equipos técnicos. Hasta anoche, no se tenía cuantificada la magnitud del derrame.
Sin embargo, el responsable de medioambiente del municipio de Samaipata, Óscar Crespo, luego de visitar la zona afectada, alertó de que el derrame contaminó el río Piraí desde las 10:30 de ayer y que hasta las 20:00, la mancha negra del petróleo ya había ‘teñido’ unos 25 km de sus aguas, además de haberse evidenciado una mortandad de peces. “El daño ambiental es de gran magnitud”, advirtió.
Según la Súper sectorial, por el ducto fluían por día 25.000 barriles de petróleo a la refinería Gualberto Villarroel, de Cochabamba, y se preveía enviar un lote de 1,1 millones de litros de GLP.
Desastre. Los problemas por las lluvias causaron una avería en un oleoducto y las aguas del río Piraí resultaron afectadas. Mientras, el tránsito al interior y a Argentina está cortado por el deterioro de las rutas. La rotura del tubo Ossa I, en la zona de Bermejo, ubicada a 80 kilómetros de la capital cruceña, complicó aún más las secuelas dejadas por las riadas.
Los vallunos sufren: La producción de los valles cruceños pasa apuros por las inundaciones. El turismo carnavalero en el área también está deprimido.
Con las manos atadas: Mientras sigan las lluvias, posiblemente hasta abril, las vías seguirán con problemas, según la Administradora Boliviana de Carreteras.
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