Panamá lidera la región en muchos aspectos

Hasta el 11 de octubre de 1968 Panamá era un Canal bajo la bandera norteamericana.  El mundo lo reconocía por la ruta interoceánica y sus primeros campeones mundiales de boxeo, entre los cuales destacaba Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán.  Los panameños eran parte del modelo de gobierno latinoamericano donde las oligarquías, herederas de la época colonial, se alternaban en el poder.

El 11 de octubre un golpe militar que no se diferenciaba de otros -por su idéntico origen y bajo la mirada complaciente de Estados Unidos- defenestró la sucesión presidencial entre los más poderosos, económicamente hablando.  El golpe de Estado no tenía ninguna otra intención que defender los salarios de los militares, que Arnulfo Arias ponía en peligro.  Arias, además y paradójicamente, no era figura fiable para los intereses norteamericanos.

Los primeros golpistas fueron a su vez golpeados y extraditados a Estados Unidos, y asumió el poder Omar Torrijos Herrera, que tras acciones de gobierno ejecutadas por el método de ensayo y error, logró ampliar el espectro político incorporando la participación de las clases medias al ejercicio del poder.  El país que ha alcanzado el reconocimiento universal es el producto de una evolución sociopolítica de 40 años, iniciada en la firma de los tratados Torrijos-Carter, el mayor logro de los propósitos del líder Torrijos y la mejor herencia para el alpinismo generacional.

Los campeones mundiales de boxeo siguen anunciando con asombros que un pequeño país centroamericano, de apenas 3 y medio millones de habitantes, es aún más vital por su posición geográfica para el comercio marítimo mundial.  Pero hoy el nombre Panamá está ligado a importantes logros: está ampliando la vía interoceánica, lidera el crecimiento económico regional, es modelo de políticas públicas, mira con aciertos y desarrolla su vocación marítima, atiende la población menos favorecida económicamente, incrementa su solidaridad e identidad latinoamericana y ofrece su territorio y sus capacidades para encuentros regionales e internacionales, orientados a enrumbar el ascenso de la región a la jerarquía de países ricos, en el sentido de la equidad.