Los radares de la M-30 se estrenan con atascos

Los nuevos radares fijos que controlan la velocidad en el interior de los túneles de la M-30 comenzaron a funcionar el lunes 31 de marzo. Los dispositivos, dieciséis en total, colocados en once puntos de los túneles cubren el perímetro de la autovía, que ya contaba con otros siete radares situados en superficie.

Su objetivo es que los conductores no sobrepasen los 79 kilómetros por hora. Según Automovilistas Europeos Asociados (AEA), las multas van de los 92 euros, si se supera el límite en 20 kilómetros por hora, a los 400, si el exceso es del 50 por ciento de la velocidad máxima dentro del túnel, es decir, si se circula a 106 por kilómetros hora. En este caso, el conductor pierde además seis puntos y puede ser sancionado con un mes de retirada de carné. En superficie las multas varían, ya que la normativa municipal establece que en un caso de exceso de velocidad que supere el 50 por ciento en el exterior de los túneles la infracción se castiga con 270 euros.

Retenciones
El límite de velocidad en el interior de los túneles es de 70 kilómetros por hora. Quizás por ello, las carreteras madrileñas registraron a primeras horas de la mañana del día 31 cerca de 40 kilómetros de retenciones, especialmente localizadas en la A-5 y en la M-30. El Ayuntamiento negó este extremo y aseguró que el atasco se debía a dos incidentes ocurridos en la M-30 y a un mayor número de coches en las vías, algo "propio de principios de mes económicamente hablando". Además, recordó que los 70 kilómetros no se fijaron "de forma gratuita".

 No todo el mundo estuvo de acuerdo con la postura del Ayuntamiento. En concreto, el portavoz municipal del PSOE en Madrid, David Lucas, denunció el "afán recaudatorio" del Ayuntamiento de la capital ante la instalación y puesta en macha de los 16 nuevos radares en los túneles de la M-30.

 El socialista criticó "la escasa información ofrecida a los ciudadanos" que, a su juicio, se debe a que "la intención del Ayuntamiento no es tanto controlar el tráfico y la velocidad en los túneles, que no es excesiva, sino que están pensados con un afán recaudatorio por parte del Gobierno local".

Por su parte, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) denunció que los radares de la M-30 "dificultarán gravemente" el reparto y distribución de mercancías, al impedir circular a los camiones por la circunvalación y contribuir a una mayor congestión del centro urbano.

Costa Rica
Otro radar que generó polémica este año fue el situado en el túnel de Costa Rica. Según la AEA, cerca de 40.000 conductores de Madrid capital pudieron perder su permiso de conducir debido a las infracciones captadas por el radar situado en el túnel de Costa Rica. Esta asociación aseguró que el principal problema se encuentra en el sistema de notificación de las infraccciones -a través del Boletín Oficial de Madrid- empleado por el Consistorio de la capital, ya que el conductor puede tardar varios meses en percatarse de que ha sido sancionado.

La AEA explicó que este sistema de notificación, contemplado por la Ley como excepcional y que debe emplearse sólo cuando sea imposible localizar al conductor, es utilizado por el Ayuntamiento como "norma" desde 1992.