Se marcha Tomás Gómez

Suelen decir los políticos que lo mejor que le puede pasar a uno en su trayectoria pública es ser alcalde de su pueblo, pero a veces las necesidades obligan, con todo el dolor del corazón, a dejar lo mejor que le ha pasado, para dedicarse a otros menesteres de la cabeza que prevalen sobre los del corazón.

Tomás Gómez ha renunciado este miércoles oficialmente a la alcaldía de Parla para centrarse en su trabajo como secretario general de los socialistas madrileños. Quiere volcarse en este menester y en su trabajo como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid en 2011. Tomás Gómez sabe que se juega mucho en su doble función de candidato y de responsable del PSOE en Madrid.

Se juega su futuro político en la tarea que le fue encargada para que los socialistas reconquisten el poder en las grandes instituciones madrileñas, especialmente en el Gobierno de la Comunidad y en el Ayuntamiento de la capital. Gómez es un hombre joven que hasta ahora tiene una corta pero interesante trayectoria política en el Ayuntamiento de Parla, donde en los pasados comicios electorales consiguió ser el alcalde más votado de España.

Hay tareas que son compatibles desde el punto de vista legal, pero en la práctica resultan incompatibles, sobre todo cuando exigen mucha dedicación y el día sigue teniendo veinticuatro horas. Ser secretario general de los socialistas madrileños, y por ello empeñarse en una labor de rescate del partido para próximas citas electorales, y al mismo tiempo regir los destinos de un municipio tan importante como Parla, resulta dificultoso, salvo que se sea Esperanza Aguirre, capaz de compatibilizar la presidencia de su partido en Madrid y la presidencia del Gobierno de la Comunidad. Ya se sabe que hay gente que nace para ser compatible con todo y otros que son más próximos a la media de la resistencia humana y no dan más de sí de que lo que razonablemente permite la capacidad humana.

Ahora Tomás Gómez deja con pena, me consta, la alcaldía de Parla y el buen trabajo realizado durante muchos, aunque también sea el momento de sacarle los errores cometidos, como suele ocurrir en la gestión de cualquier político. Que les pregunten a los parleños porqué le votaron de forma abrumadora en tres elecciones consecutivas.

Ahora se enfrenta a un nuevo y complicado reto: reconquistar el poder que un día tuvo el PSOE en la Comunidad de Madrid, y lo más difícil, arrebatárselo a una política como Esperanza Aguirre. Hay quien le critica que prometiera a sus vecinos permanecer al frente de la alcaldía hasta 2011, pero hay veces que es más honesto reconocer que no se puede atender todo de forma satisfactoria, que empeñarse en mantener una promesa.