El secreto mejor guardado del cine

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood ya ha cerrado el plazo para recibir las votaciones que decidirán el futuro de la 79 edición de los Oscar.

Como en años anteriores, la compañía de contabilidad PricewaterhouseCoopers se encargará de hacer este recuento con el mayor sigilo para proteger el secreto mejor guardado de la industria.

Las papeletas, impresas en blanco y negro y todas ellas recibidas en sobres numerados, son divididas en diferentes grupos para su recuento, de manera que entre los implicados en el proceso nadie sepa el resultado final.

Sólo Brad Oltmanns y Rick Rosas conocerán ese resultado, que mantendrán en una caja fuerte hasta el próximo domingo 25 de febrero.

Será entonces cuando ambos llegarán a la alfombra roja que conduce al teatro Kodak, donde se entregan los Oscar, ataviados, además de con esmoquin, con un maletín profesional en cuyo interior estarán los sobres de la victoria.

Una copia de estos resultados siempre queda en la reserva por si es necesaria la comprobación.

Se trata de una regla que quiere desmentir leyendas urbanas como la que rodea la inesperada victoria de Marisa Tomei en 1993 con 'My Cousin Vinny', que según la prensa más chismosa se debió a un error de Jack Palance cuando leyó el nombre de la ganadora del galardón a la mejor actriz secundaria.

En esta 79 edición de los Oscar hay unos cuantos nombres que parecen ya escritos antes de que comience el recuento.

Entre ellos está el de la británica Helen Mirren, ganadora con su retrato de la soberana británica en 'The Queen' de todos los premios de los profesionales y de la prensa, y a quien las quinielas apuntan como triunfadora.

Su victoria, que sería la primera, aunque ha defendido a lo largo de su carrera tres candidaturas, dejaría sin la distinción a sus compañeras en la categoría de mejor actriz: Judi Dench, Meryl Streep, Kate Winslet y Penélope Cruz.

Una situación similar es la que rodea al favorito en la categoría de mejor actor, Forest Whitaker.

Su trabajo en 'The Last King of Scotland' también cuenta con el apoyo de los premios de la industria y de la crítica, además de ser el primero en todas las quinielas, lo que le da una cierta seguridad en su victoria.

De ser así, su nombre quedará impreso en el sobre de la gloria en lugar del de alguno de sus rivales: Peter O'Toole, Leonardo DiCaprio, Ryan Gosling y Will Smith.

Frente a estas casi certezas, está la gran incógnita de quién se llevará la estatuilla en la categoría de mejor película.

La 79 edición de los Oscar pasará a la historia como una de las competiciones más abiertas en esta categoría, algo que ayudará a la Academia a mantener la intriga, y la audiencia, hasta el final de la ceremonia.

La película con mayor número de candidaturas, ocho, no compite en la categoría de mejor película.

En esta sección los académicos han tenido que elegir entre 'Babel', que lidera el grupo con un total de siete nominaciones; 'The Queen', con seis; 'The Departed', con cinco, y 'Little Miss Sunshine' y 'Letters from Iwo Jima', las dos con cuatro.

'Babel' tiene la ventaja numérica aunque las quinielas apuntan hacia 'The Departed' como posible ganadora y 'Little Miss Sunshine' destacó en los últimos días al recibir casi de forma unánime los premios de los diferentes sindicatos profesionales de Hollywood.

Esta gran incógnita ha mantenido hasta el final la intensidad de las campañas publicitarias, a estas alturas comparables en su despliegue al de las electorales.

Esta edición de los Oscar ha sido la más breve desde que la Academia envió las papeletas hasta el cierre de las urnas.

Pero, según el periódico Los Angeles Times, también ha sido la más costosa, con campañas publicitarias del orden de los 20 millones de dólares por película, una cifra que supera el costo de producción de algunas de las candidatas.