La Unión do Povo Galego (UPG), partido mayoritario dentro del frentista Bloque Nacionalista Galego (BNG), concluía, a primera hora de la noche de hoy, domingo 16 de noviembre, su décimo segundo congreso. Novedad destacable, Bautista Álvarez, hasta el sábado presidente de la formación, resignaba su cargo aduciendo “motivos personales” y diciendo que “no conviene recargar la edad (Álvarez nació en 19339) con los achaques propios de la vejez”. El pleno del Congreso, en homenaje a su figura y a su larga trayectoria (Álvarez estuvo, en 1964, en la fundación del partido) decidía dejar vacante la presidencia. Cosa que ya se sabía desde 5 días antes, aunque la dirección de la UPG no lo hiciera público hasta ayer sábado por la tarde.
Repite todo el equipo directivo, encabezado por Francisco Rodríguez Sánchez, secretario general saliente y entrante, que es tanto como decir que la continuidad funcional –también la ideológica— queda garantizada. La UPG, formación disciplinada hasta la saciedad, va a seguir con su puesta en escena. O lo que viene a ser lo mismo: siendo la guardiana de las esencias del nacionalismo de izquierdas gallego, por su condición de madre nutricia en lo ideológico de su cara más pública, el BNG.
Siguiendo el guión trazado por el lema del XII Congreso Nacional de la UPG ('El nacionalismo, la alternativa a la globalización'), tanto Francisco Rodríguez como el portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, vicepresidente de Igualdad y bienestar de la Xunta de Galicia, centraron sus discursos de clausura en la actual crisis económica y el declive del modelo económico neoliberal. En esta línea, Rodríguez censuró los "clubes elitistas" que integran los países más desarrollados, y se mostró convencido de que España "pagó un precio muy alto" para poder estar en la cumbre del G-20 en Washington.
Quintana añadió, por su parte, que "faltó valentía para reconocer el fracaso del modelo" y criticó que "sobraron intereses espurios para aferrarse a un sistema fracasado". Ante esta falta de alternativas, el vicepresidente de la Xunta considera que el BNG ha defendido siempre una opción "democrática, al servicio de las minorías sociales y para construir país".
El otro gran tema, casi obsesión tanto de la UPG como del Bloque Nacionalista Galego, también estuvo presente en el acto de clausura del XII congreso de los nacionalistas de izquierdas. El secretario general considera que el Estatuto de Nación es imprescindible “para tratar de resolver nosotros mismos las situaciones más críticas”. Quintana respaldó esta petición porque "tenemos una autonomía que no colma nuestras aspiraciones".
Por otra parte, el secretario general de la UPG afirmó que esta formación política seguirá contribuyendo "de la mejor manera posible, al patrimonio común del BNG" y mantendrá su trayectoria ''nacionalista'' y ''marxista''.
"El patriotismo es quizás lo único que no se le puede negar a la UPG", afirmó Francisco Rodríguez, que agregó que este partido "sigue identificándose con la tierra, la lengua y la cultura" gallegas.
Dentro de quince días, se reunirá el Comité Central de la UPG (en este congreso ha pasado de 64 a 67 miembros) para elegir el Secretariado Político, el máximo órgano directivo de la formación.
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