El PSOE, con el apoyo de IU y ERC, forzarán a Bono a no colocar la placa de Sor Maravillas

La idea, que contó con el beneplácito de José Bono, tiene soliviantados a los socialistas que están absolutamente en contra de la decisión. La polémica se trasladó este martes a la reunión  que mantuvo el Grupo Socialista en el Congreso en la que varios diputados exteriorizaron su malestar por el acuerdo y lanzaron críticas contra el presidente de la Cámara, como han venido haciendo por los pasillos estos días.

    La indignación  por haberse dejado meter ese ‘gol’ la trasladan principalmente a Bono, aunque muchos diputados tampoco entienden por qué se ausentó en el momento de la discusión del tema la vicepresidenta segunda, Teresa Cunillera, como queda reflejado en las actas de la reunión, a las que ha tenido acceso este diario e-Xclusivo.

     Dado que el otro representante del PSOE en la Mesa, Javier Barrero, no asistió tampoco a la reunión por encontrarse de viaje fuera de España, la petición de Fernández Díaz fue aprobada con el apoyo de Jordi Jané (CiU), de Juan Ramón Beloki (PNV) y de Celia Villalobos (PP), sin que nadie se opusiera. 

    No obstante, el peneuvista Beloki sugirió que se aceptara la idea pero siempre “bajo una perspectiva laica” y alertó de que podía sentar un precedente, en lo que se mostró de acuerdo Villalobos.

Bono pidió discreción

Consciente del revuelo que iba a armarse, el propio Bono comento durante la reunión que “ciertamente se trata de una cuestión delicada” , por lo que “debería realizarse con la debida sencillez y discreción”. 

    No obstante, la dirección del grupo socialista está segura de que la decisión será finalmente reconsiderada y que no se colocará la placa. El mismo portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, dejó este martes clara su oposición a la iniciativa  argumentando que él no es partidario de dedicar ninguna sala ni placa a una monja ya que el Congreso “es una institución de un Estado aconfesional”, subrayando, además, que es una iniciativa que no cuenta con el consenso de todos los grupos..

    Alonso, que ya le ha trasladado el malestar del grupo a Bono, confía en que al final “se haga lo razonable” en este caso, es decir, que se retire la propuesta, alegando que hay una normativa en virtud de la cual se procederá a la retirada progresiva de los símbolos religiosos en las instituciones y en Parlamento no puede ser una “excepción”.

    Pero los que también han exteriorizado una gran irritación con el tema han sido dos de los grupos que no tienen representación en la Mesa,  IU-IC y los republicanos de ERC, que se han apresurado a solicitar al presidente Bono que la Mesa reconsidere el caso y dé marcha atrás. Desbordado por las críticas, el manchego ha decidido aplazar la decisión definitiva a la próxima semana que será cuando se conozca el desenlace de este pintoresco y polémico episodio sin precedentes en el Parlamento.