Cuatro detenidos en Madrid por matrimonios de conveniencia para nigerianos

Según informó la Policía, 15 de los detenidos son de nacionalidad española y el resto nigerianos, y entre ellos figuran los dos máximos responsables de la red. Al parecer, el grupo falsicaba la documentación de los expedientes matrimoniales para favorecer la entrada y permanencia ilegal de ciudadanos extranjeros en España, a quienes cobraba 15.000 euros. De esta cantidad, 3.000 euros iban a parar al contrayente español o comunitario. 

Este grupo, según la investigación, ha sido uno de los más activos en este tipo de delito y había organizado enlaces fraudulentos en numerosas provincias.

Falsos cursillos prematrimoniales
La operación se inició el pasado junio, cuando funcionarios de la UCRIF de Palma de Mallorca detectaron un considerable aumento en las presentaciones de solicitudes de residencia de ciudadanos nigerianos, que se acogían al Régimen Comunitario, alegando estar casados con ciudadanos españoles o procedentes del resto de países la Unión Europea.

Todos ellos celebraron sus matrimonios en la iglesia de San Francisco, de la ciudad de Palma de Mallorca, y presentaron un certificado falso de un cursillo prematrimonial realizado en una iglesia de Alcalá de Henares, en Madrid.

Se identificaron matrimonios fraudulentos en varias localidades, que presentaban los mismos documentos falsos, sobre todo los relacionados con los cursillos prematrimoniales de la iglesia de Alcalá de Henares y con las partidas de bautismo firmadas por un cura de Nigeria. Los agentes contactaron con la archidióceseis de la ciudad nigeriana de Benin City y comprobaron que el sacerdote no existía.

Algunos contrayentes se casaron varias veces
El 'modus operandi' de la organización consistía en captar, tanto en Nigeria como en España, a posibles clientes nigerianos en situación irregular o que quisieran entrar en España. Después, se buscaba a españoles o personas de alguno de los países de la UE dispuestos a contraer matrimonio.

De los 15.000 euros que se cobraban, unos 12.000 iban destinados al organizador, que se encargaba de pagar los gastos ceremoniales y las ropas utilizadas; y el resto del dinero se dirigía al contrayente español. En los gastos estaban incluidos todos los certificados de nacimiento, de edad, soltería o los cursillos prematrimoniales.

En las ocasiones en las que los candidatos no deseaban contraer matrimonio en las iglesias, el grupo buscaba a otros que, a cambio de cerca de 300 euros, se casaban con la documentación de los primeros candidatos. De hecho, los agentes han identificado y localizado personas que se habían casado en tres o cuatro ocasiones, para lo que empleaban cada vez una documentación distinta.

La organización se movía por toda España en busca de aquellas parroquias que exigían menores requisitos y en localidades pequeñas donde el control era menor. Además, si el contrayente facilitaba nuevos candidatos recibía hasta 500 euros, con lo que el grupo estaba en continua expansión.