De hecho, existe una
importante inquietud en Zarzuela por todas estas informaciones, que pueden perjudicar la imagen de la Corona. Que sepamos, don
Juan Carlos, en un momento en el que parecía urgente vender la participación que la constructora tiene en Repsol,
se limitó a ofrecer sus contactos internacionales. Lo hizo nada más conocerse la negativa española por las ofertas de dos empresas, una de Arabia Saudita y otra, una corporación china. Ambas fueron rechazadas por su carácter público.
Pero lo que se está insinuando en toda esta historia es que el Rey ha querido favorecer intereses personales, a amistades de carácter internacional, con la compra de este paquete de acciones de Repsol. Y que también, haciendo uso de su influencia directa en
Zapatero, el monarca habría hecho que el presidente del Gobierno cambiara de postura, dejando de apoyar la integridad española de la petrolera. Algo que, como se está evidenciando, es otro motivo de desgaste del Ejecutivo, pues la oposición está aprovechando la ocasión para golpear a Moncloa. Como prueba, el propio PSOE y también los sindicatos, han criticado que se permita que Lukoil termine dominando a una compañía española tan importante en el mercado internacional.
Las dificultades
La compra del 29,9% del capital de Repsol puesto a la venta por Sacyr y La Caixa por parte de la petrolera rusa presenta serias dificultades, tanto económicas como políticas.
La Caixa, accionista de Repsol y dispuesta a financiar a Lukoil, se reunirá con los bancos que financiaron la entrada de Sacyr en Repsol en 2006. Según apunta
El País, las posiciones están muy alejadas y los bancos exigen más garantías a la compañía rusa.
ABC subraya que los accionistas minoritarios de Repsol reclaman que se obligue a Lukoil a lanzar una opa por el 100% de la compañía para que todos los accionistas tengan las mismas oportunidades.
Y, por último,
El Mundo sigue golpeando al Gobierno por todo este asunto. Recuerda que
"el ICO financió con 350 millones la entrada de Del Rivero en Repsol". Según el rotativo, el Instituto de Crédito Oficial
"no sólo participó en el préstamo sindicado que consiguió Sacyr, sino que fue uno de los cinco agentes colocadores, poniendo de manifiesto el interés del Gobierno en la operación".
Además, el lunes se supo que el hermano de la vicepresidenta
De la Vega,
Jesús Fernández,
ha sido nombrado nuevo director de la Fundación de Repsol por tratarse de un
"histórico" de la compañía. Algo que la oposición tampoco ha dejado pasar para criticar al Gobierno.