La tele en el juicio

Hay mucha controversia acerca de si las cámaras de televisión deben o no entrar en las salas donde se celebran los ‘juicios estrella’. Como el del 11-M. Algunos -togados, sobre todo- dicen que la certeza de que los momentos álgidos de las declaraciones de los procesados y testigos están siendo recogidos y vistos por miles de personas hace que estas declaraciones de los acusados sean más desgarradas, menos sinceras, hasta más chulescas, caso de Rafá Zouhier, por ejemplo. El propio presidente de la Sala parece más dado al desplante torero, sabiéndose protagonista en la tele, y conste que esto no es crítica, sino constatación al margen de la buena labor que aseguran está realizando Gómez Bermúdez en el desempeño de su difícil misión.

Yo,  periodista al fin, pienso que la luz, los taquígrafos y las cámaras de televisión son la garantía de que nos estamos enterando de la verdad, toda la verdad –o casi toda, que en los subterráneos siempre quedan rescoldos-,  y nada más que la verdad. Nos hacemos una idea cabal de lo que ocurre en el juicio del siglo, porque lo estamos viendo, podemos ver de cerca a los protagonistas. Y eso también es la democracia.

Porque el contrapeso es la sospecha. Esa sospecha que estos días está inundando las páginas de los periódicos, al creer que existen oscuras maniobras del Gobierno para impedir la OPA de E.On sobre Endesa y facilitar, en cambio, las compras de otros recién llegados, como Enel. Y esto es solo un ejemplo de tantos oscurantismos oficiales u oficiosos como nos regalan cada día nuestros representantes, a los que pagamos y elegimos.

¿Qué explicaciones nos dará sobre este nuevo giro de la OPA  el Ejecutivo, tan silente en las últimas horas?.¿Qué ocurrirá en la junta de accionistas de Endesa del 20 de marzo(primera convocatoria)? ¿Cómo se va a tomar todo esto E.On, que se ha lanzado a millonarias inversiones publicitarias, y cómo se lo va a tomar la Alemania de la señora Merkel? ¿Y competencia de la UE?

Menudo año y medio nos han dado a cuenta de la OPA (opas) sobre Endesa, que tanto dinero, paradójicamente, ha hecho ganar a tantos, que tanto ha desprestigiado a los organismos reguladores, que tantas plumas ha h echo perder al Gobierno –pero ahí tenemos al ex ministro y responsable de la cosa, presidiendo la Generalitat catalana, tan ricamente- y que tanta tinta ha hecho correr en los periódicos. Y Zapatero, con su talante, adelante.

Sigamos de cerca el culebrón. Porque este si que no lo van a televisar como se está haciendo y no precisamente porque al gobierno le guste, con el juicio del 11-M.