No a la enmienda

Hoy quieren imponernos la misma reforma pero con nombre de "enmienda"

La modificación del artículo 230 de nuestra Carta Magna constituye una flagrante violación al espíritu democrático que la misma contiene. Una vez más, el jefe del régimen en su ambición desmedida por el poder, pretende desconocer la voluntad del pueblo venezolano.

Sabiamente, en diciembre del año 2007 rechazamos la reforma constitucional en uno de los eventos electorales más importantes de la historia. Hoy quieren imponernos la misma reforma pero con nombre de "enmienda" en un acto de irrespeto y burla hacia el pueblo a la hora de defender sus derechos. Aunque no es oficial, ya el jefe del régimen le ordenó al CNE que esta "consulta" se llevara a cabo el próximo 15 de febrero.

Es justo decir que teniendo todos los poderes bajo el puño (o la bota) del inquilino de Miraflores, no queda otro camino que salir masivamente a votar por el NO. El camino estará lleno de dificultades y trampas que favorezcan el apetito de presidencia vitalicia del Teniente Coronel, pero aun así debemos crecernos en la adversidad. Tenemos vasta experiencia en escenarios preelectorales adversos, lo cual se ha traducido en aprendizaje, victorias como la del 23 de noviembre así lo demuestran.

Si nos mantenemos en la calle en contacto directo con los ciudadanos, expresando con fuertes argumentos que el NO contiene una gran carga patriótica, que nace de la sociedad libre; si el NO se traduce en las esperanzas de la mayoría de compatriotas defensores de la democracia, que luchan por una patria justa, sin discriminación ni persecuciones por ideas políticas; creo que propiciaremos, aun con un camino plagado de obstáculos, una importante derrota al continuismos del régimen y a su vez una victoria que marcará la pauta en el porvenir de nuestro país.

A este escenario debemos agregar que existen importantes sectores políticos vinculados al régimen que no comparten la permanencia indefinida de Chávez en el poder. Ese bloque que venden como unido y homogéneo agrupado alrededor del PSUV, no funciona como tal. En el acto de votación quedará reflejado. No se trata de sobreestimar nuestras fuerzas, sino de evaluar el escenario en toda su dimensión y mantener un discurso contundente. Sin vacilación alguna, salgamos unidos a la calle, la república así lo exige.

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