OPINION/Víctor Gijón
martes 13 de enero de 2009, 13:01h
Cuentan que el actor Danny De Vito llegó a Madrid en época electoral, fechas en que los alcaldes, no importa de que hemisferio, deciden abrir todas las calles al mismos tiempo. Un periodista le preguntó que si le gustaba la ciudad y el actor y director, diplomático él, respondió: “Si, pero ¿han encontrado ya el tesoro?”.
Recuerdo la irónica respuesta de De Vito ahora que desde el Ayuntamiento de Santander nos previenen sobre las molestias que van a causar las numerosas obras previstas en la ciudad. Y es que, unidas las planeadas por el Consistorio a las que ya tiene en marcha el Gobierno de la Nación y a las que se realizarán con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, que el Ejecutivo de Zapatero ha puesto en marcha para crear empleo, no va a haber calle o barrio de Santander sin su obra.
Tan amplia actividad, de la que todos nos felicitamos, no debe hacernos olvidar que en la ciudad viven personas y que las máquinas tienen una difícil convivencia con los humanos. El Ayuntamiento de Santander, como en el resto de los municipios, deberá no sólo hacer un gran esfuerzo de explicación para que los vecinos entiendan que los problemas de hoy son las soluciones de mañana.
La información está bien, pero mejor aún la acción. Tanta obra junta y en tan poco tiempo exige un plan de actuación que haga compatible el normal desarrollo de los trabajos y el desenvolvimiento de la vida ciudadana sin incomodidades añadidas. Y una de estas, si duda, es la demora en la finalización de las obras o su no iniciación en el tiempo fijado. Planificar antes de empezar y no improvisar. Parece lógico, pero no es lo habitual.
Si (
No(
.jpg "Crítica de 'Hit Me Hard And Soft', el nuevo disco de Billie Eilish")
.jpg "Crítica de la obra de teatro 'Diversas mujeres': un solo corazón")
