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Nuevo gobierno de Obama

Nuevo gobierno de Obama

lunes 19 de enero de 2009, 15:49h

Fue una victoria histórica. El día 05 de Diciembre de 2008 la población Estadounidense se precipitó hacía las urnas para votar por el primer presidente afroamericano en la historia de los Estados Unidos. Cuando se anunciaron los resultados, la gente salió a la calle celebrando, eufórica por lo que se sentía era su propia victoria. Se indicó que en Nueva York, cuando anunciaron los resultados de las elecciones en televisión, el entusiasmo de las familias gritando con alegría se podía oír por todas las esquinas de la ciudad. No era solamente el color de su piel lo que hacía a Barack Obama un candidato único para la presidencia, también era el hecho de que contaba con el apoyo de movimientos sociales, jóvenes y gente de cada raza y color y de cada clase social de cada parte del país. Muchos Republicanos, Demócratas e Independientes pusieron su esperanza en los muy repetidos eslóganes por el cambio. “Un cambio en que se puede creer”, “Si se puede”, “La feroz urgencia del Ahora”, se repetía continuamente durante la campaña electoral, convenciendo a la población que era parte de un movimiento histórico liderado por este nuevo y carismático líder.  

Queda claro que después de la política desastrosa que llevó acabo la administración Bush durante los últimos ocho años, casi toda la población norteamericana está deseando un cambio. Sin embargo, uno se tiene preguntar si este deseo ha obligado a la gran mayoría de la población a depositar su fe en un líder cuyo compromiso al cambio social y a la transformación de los Estados Unidos aún no ha sido comprobado. Si al final Barack Obama no da todo lo que se espera de él, ¿cómo verá la historia la victoria  de una población que en circunstancias normales ha permanecido apática políticamente, ha tenido niveles muy altos del abstencionismo en la mayoría de las elecciones pasadas y generalmente suele permanecer fiel a un solo partido, sea el demócrata o el republicano?

La población estadounidense se ha involucrado más personalmente y emocionalmente en estas últimas elecciones que en cualquier otras del siglo. Grupos de activistas aficionados en la lucha por la paz han apoyado al candidato mientras fiestas caseras de apoyo eran comunes en muchas de las zonas metropolitanas del país. Sin embargo, todas esas personas que recientemente se han convertido en ciudadanos activos de la política norteamericana enfrentan el peligro de perderse de vista mientras la administración Obama se prepara con la velocidad de la luz a tomar el poder el 20 de Enero, y empieza su camino hacía la casa blanca. Muchos apoyaban a las promesas electorales de Obama cuando decía que iba a subir los impuestos de los más ricos, crear un sistema de seguro médico para todos, y retirar las tropas de la guerra en Irak, pero mientras su administración se llena de miembros de exitosas corporaciones y de la antigua administración Clinton muchas de las personas que le apoyaban llegarán a la conclusión de que la victoria no ha sido conseguida todavía, y si quieren que el nuevo presidente lleve acabo sus promesas electorales se tendrán que permanecer organizados y hacer escuchar sus voces.

En el último mes, desde que Obama ganó las elecciones y empezó a escoger candidatos para su futura administración, muchos empezaron a mirar el progreso decepcionados, preguntándose si  el momento de perder la fe en el cambio que se prometía tantas veces ya había llegado. Echando un vistazo a la prensa estadounidense se nota que muchos ya se están preguntando ¿qué será de una administración cuyos miembros tienen pasados tan sórdidos? ¿ Y qué dicen estas elecciones de Obama y de sus planes para el futuro?

Para aquellos que están ansiosos por el cambio la agencia de la nueva administración más preocupante tendría que ser el equipo de seguridad nacional. Un choque para muchos, Obama ha pedido a  Robert Gates, un hombre personalmente elegido por George W. Bush para reemplazar a Donald Rumsfeld como Secretario de Defensa, que se quede en el puesto. Después de declarar claramente su deseo de romper con la política exterior de la administración Bush, el mantener al hombre escogido por Bush  parece ser una contradicción importante. Además, Gates tiene una historia laboral  larga y amplia con la familia Bush. Durante los años de la primera administración Bush (la del Bush padre), Gates fue director de la CIA. Muchos le han acusado de haber sido involucrado en el escándalo Iran-Contra en el que el gobierno estadounidense vendía armas al gobierno de Irán, a pesar de un embargo de armas que entonces estaba en vigor, para recaudar fondos para financiar a mercenarios que entonces luchaban contra los Sandinistas del gobierno izquierdista Nicaragüense. Incluso, Gates ha sido acusado de estar involucrado en la venta de armas a Sadam Hussein durante los años 80.

La elección de Obama para el puesto de asesor de seguridad nacional, el jubilado General de Marina James Jones, también está muy lejos de lo esperado. Anteriormente Jones era el comandante aliado supremo de la OTAN, donde promovía la participación de ésta en la defensa de suministros energéticos, acercando la institución a la política de la administración Bush en cuanto al papel de la OTAN en la “protección” de estos suministros en el Golfo Pérsico y los países de Asia Central. Ahora Jones está en el consejo de la compañía petrolera Chevron, y además es presidente y jefe ejecutivo del Instituto para la Energía del 21st siglo de La Cámara de Comercio de los Estados Unidos (U.S Chamber of Commerce). El instituto ha sido criticado por grupos de conservación del medio ambiente por hacer un llamamiento a favor de la expansión inmediata de la producción del gas natural y el petróleo, y por emitir reportajes que van en contra del Acto de Aire Limpio (Clean Air Act), creado para combatir el calentamiento global. El instituto incluso ha intentado a impedir a algunos estados, el estado de California por ejemplo, a tomar medidas adicionales para conservar el medio ambiente aparte de aquellas medidas que han sido especificadas por el gobierno federal. Toda esta historia crea dudas acerca de la futura política de Jones en la administración Obama,. La elección de una persona con conexiones tan obvias a la industria petrolera hace pensar que Obama se vuelve la cara al cambio prometido durante la campaña electoral.

La elección más notoria de Obama era la de la Secretaria de Estado, la Senadora y ex primer dama Hillary Clinton, quien también fue la oposición de Obama durante las elecciones primarias. A pesar de haber sido el número dos del partido demócrata como candidata para el puesto de Presidente, Clinton, la mujer que va a tener uno de los puestos más importantes en la nueva administración Obama, tampoco tiene un record muy limpio. Durante sus años como senadora Clinton apoyó a la invasión de Irak en 2003, el bombardeo de Líbano por parte de Israel en 2006, la oposición de la administración Bush al Corte Internacional de Justicia y la exportación sin restricción de  bombas de racimo.

Todas estas elecciones parecen un poco extrañas si las metas de Obama son de retirar las tropas de Irak y cambiar la política exterior de los Estados Unidos. De hecho, para cumplir con sus promesas electorales es muy probable que Obama tendrá, o tendría, que ir en contra de muchos de los miembros de su propia administración. Algunas promesas, sin embargo, por ejemplo la promesa de intensificar la guerra en Afganistán, no tendrá tanta oposición por parte de este equipo que los medios norteamericanos han nombrado “el equipo de guerra”. Aunque parezca ser una dilema para el nuevo Presidente, él mismo lo ha elegido así. De los 130 miembros de la casa de representantes y los 23 del senado que votaron en contra a la guerra de Irak, Obama no ha escogido ni uno para su equipo de seguridad nacional.

Además, las elecciones de Obama para su equipo de seguridad nacional no son las únicas que parecen dudables. Por ejemplo, Larry Summers, uno de los hombres responsables de desarmar la ley Glass Steagle, una ley importante que separaba las bancas de inversiones y las comerciales, ha sido nombrado por Obama el Responsable de El Consejo Nacional de Economía de la Casa Blanca. Éste podría ser uno de los hombres que facilitó el comienzo de la actual crisis económica. Entre 2001 y 2006 Summers incluso era Presidente de la Universidad de Harvard. Fue obligado a resignar del puesto después de que grupos universitarios de mujeres, ecologistas y organizaciones contra el racismo y la discriminación expresaron su preocupación por declaraciones inapropiadas hechas por Summers.

La nueva elección de Obama para ser Responsable del Departamento de Agricultura, Tom Vislack, es el anterior gobernador del estado de Iowa. Vislack ha apoyado la venta de las cosechas con genética modificada y a la industria de biotecnología, a pesar del hecho de que ha sido comprobado que ambos perjudican al medio ambiente y la salud de los consumidores. En 2005 Vislack apoyó una ley que revocó el derecho de los estados a regular las cosechas con genética modificada. 

¿Entonces qué significan estas elecciones para el futuro de la administración Obama y las muchas promesas de cambio? Algunos piensan que estos nombramientos son la manera de que Obama ganará al viejo establecimiento, logrando su confianza sólo para poder implementar todas las grandes reformas que planeó desde el principio. Otros dicen que la retórica era solamente una estrategia para ganar el apoya de una población desesperada por el cambio, y que Obama nunca tuvo planeado retirar todas las tropas de Irak o enfocarse en el cambio climático y la política exterior.

Obviamente la nueva administración llevará consigo algunos cambios importantes, sobre todo por el hecho de que está tomando el poder en un momento clave de una crisis económica mundial en que el cambio es inevitable. Si estos cambios serán los mismo que está esperando el pueblo es una cuestión fundamental, pero lo más fundamental de todo es que la población no pierda su nuevamente encontrado entusiasmo por la política, y que haga escuchar su voz para conseguir estos cambios por los que votó. De cualquier forma, todavía queda mucho por qué luchar en Estados Unidos y a los ciudadanos les queda mucho por hacer.

* Cristina Maza Thomas estudió Ciencias Políticas en la Universidad The Evergreen State College en Olympia, Washington EE.UU. Desde 2000 colaboraba con varios movimientos sociales y políticos en Estados Unidos contra la guerra en Irak y la política exterior de la administración Bush.

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