El lago de la Casa de Campo tiene nuevos habitantes

Hasta hace cuatro años el cormorán grande estaba catalogado en la Comunidad de Madrid como especie protegida. Pero tras el aumento en la región del número de ejemplares de esta ave de intenso color negro y gran envergadura, Medio Ambiente decidió retirarle la protección de la que gozaba.

En algunos lugares, los cormoranes causan problemas y las autoridades han comenzado a tomar medidas para detener su expansión, ya que son muy voraces y compiten por el alimento, fundamentalmente carpas y otros peces, de las aves autóctonas e, incluso, perjudican a la actividad pesquera y acuícola. Así, la Unión Europea se plantea eliminar cientos de miles de ejemplares, ya que en los últimos 25 años la población se ha multiplicado por 20.

También Castilla y León ha comenzado a tomar medidas y ha autorizado batidas para controlar las poblaciones de cormoranes grandes. No obstante, en Madrid la situación aún no preocupa a las autoridades. La Consejería de Medio Ambiente estudia la evolución de esta especie en la región para actuar en el momento oportuno y evitar que se convierta en un problema para otros animales autóctonos. Por el momento, pueden verse en el río Manzanares o en el embalse de Santillana.

También han llegado a la Casa de Campo. Desde hace unos cinco años estas aves pasan los inviernos en el lago junto a las habituales especies de pato que lo habitan, aunque, por el momento, no se considera que causen ningún daño, según afirman los responsables del parque forestal. Los trabajadores del pulmón de Madrid explicaron a Madridiario que, al contrario, permiten mantener a raya las colonias de percasoles, unos peces que sí están causando daños en el ecosistema del lago porque devoran las crías de otros peces.