"No hemos bajado la guardia, el principio de tolerancia cero que nos planteamos está surtiendo efecto y ojalá pronto sea una realidad total, queremos que se sigan reduciendo los casos al mínimo con los avances y métodos que estamos incorporando, día a día vamos mejorando y demostrando que no cabe dudas de que España marcha en la vanguardia de la lucha antidopaje internacional", afirmó orgulloso Lissavetzky.
Fue en el inicio de las jornadas 'Sobre salud y lucha contra el dopaje en el deporte", organizadas por la Agencia Estatal Antidopaje (AEA) y el Consejo Superior de Deportes (CSD). En ellas, el máximo responsable del deporte español aprovechó la presentación para dar nuevas cifras sobre un dopaje al que consideró "una amenaza renovada" con la que hay que "pensar globalmente y actuar personalmente".
"El dopaje cuenta con 31 millones de consumidores en el mundo, es una lacra que mueve anualmente 700 toneladas de esteroides anabolizantes, 34 millones de viales de EPO y hormona del crecimiento, lo que genera 20.000 millones de dólares al año como volumen de negocio", cifra que situó Lissavetzky"por encima del de las drogas sociales.
En este sentido, el secretario de Estado para el Deporte se acordó de la recién reabierta 'Operación Puerto', que "ha pasado directamente a juicio oral" y de la que reconoció que "hay indicios de un delito contra la salud pública".
Como se sabe desde la pasada semana, la Audiencia Nacional ha decidido reabrir la investigación y, finalmente, se celebrará un juicio oral cuando el propio organismo lo estime oportuno. Por este motivo, Lissavetzky insistió un día más en los tres pilares que defiende para tratar el problema del dopaje: "prevención, control y sanción".
Crítica a los gimnasios
Además, a su paso por el Instituto de Ciencias de la Educación Física, el político se mostró especialmente crítico con los gimnasios, puesto que no quiere "que se repitan más casos 'Universo', 'Panchi' o 'Mamut'".
"En muchos casos, los centros de fisiocultura se están convirtiendo en malas ayudas para el ciudadano, porque se está dando un culto y un cuidado al cuerpo sin medida que, en muchos casos, traen consigo, al igual que en la industria del cine porno, el uso de sustancias prohibidas, casi siempre, anabolizantes", censuró.
Finalmente, Lissavetzky alabó el peso internacional de España, "única junto a Estados Unidos y Alemania con dos laboratorios homologados", en los organismos foráneos, sobre todo, con la Agencia Mundial Antidopaje, en la que él mismo está presente dentro de su Comité Ejecutivo.
"El 27 de febrero me veré con ellos en la reunión programada, es cierto que existe algo de tensión entre ella y el resto de Europa por la protección de los datos de los expedientes, pero es obvio que hablamos de un organismo fundamental y sus medidas muy necesarias", concluyó.
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