El juez de la Audiencia Nacional, Gómez Bermúdez, ha decidido darse a conocer entre la prensa. El magistrado aprovecha los recesos del juicio del 11-M para codearse con los periodistas que lo cubren. Para intimar con ellos, hace gala de una simpatía desconocida hasta la fecha. Incluso llega a hacerles alguna confidencia sobre el caso y los dos jueces que junto con él componen la sala.
Hace unas jornadas se pudo ver a Bermúdez relatando a los periodistas cómo su compañero Guevara se había roto la mano y cómo aprovechaba los descansos para tomarse, ajeno a las miradas indiscretas de los reporteros gráficos, los calmantes. “Lo hace así para evitar que alguien piense que las pastillas no son lo que son”.