Guerra soterrada entre PSC y ERC por las ayudas a los barrios

La cercanía de las elecciones municipales provoca rifirafes entre los partidos miembros del gobierno catalán. Uno de los enfrentamientos más serios pero que no salen a la superficie es el que mantienen el consejero de Gobernación, Joan Puigcercós, de ERC, con el socialista, Manuel Bustos, alcalde de Sabadell y presidente de la Federación Catalana de Municipios (FCM).

Bustos se sitúa cercano al sector más españolísta del PSC y, en su papel de presidente de los municipios progresistas catalanes (CiU tiene una asociación municipalista afín), reclamó y casi consiguió que los ayuntamientos recibieran las competencias que durante el anterior gobierno de CiU tenia el departamento de Bienestar Social. Esa consejería fue acusada durante los gobiernos de Pujol de ser un instrumento para la penetración de CiU en los barrios del cinturón industrial en base al reparto de subvenciones y favores. La lucha por el espacio de influencia que suponen las ayudas a los barrios estalló y finalmente, como pasa en política, el gobierno de Montilla decidió que la solución vendrá de la mano de una comisión que no se ha reunido nunca.

El segundo enfrentamiento entre Bustos y Puigcercós se produjo el pasado lunes cuando Bustos insistió en pedir que la gestión de los centros de los barrios no se haga de “espaldas a los municipios”. En medios socialistas se afirma que la cuerda entre los dos pesos pesados de la política catalana está muy tensa y que sólo la relación directa existente entre Puigcercós y Montilla ha evitado un nuevo choque público.

Los actuales socios de gobierno han interiorizado que a medio plazo se convertirán en adversarios. Los dirigentes de ERC, que no sus bases, consideran que el espacio que debería ocupar el partido es el que asumen actualmente los socialistas y estos, lo dijo el responsable de la ciudad de Barcelona, Joan Ferrán, lo saben y no piensan ceder fácilmente.