Vascos y gallegos, protagonistas

Euskadi y Galicia están entrando en plena campaña electoral sin que los líderes de los dos grandes partidos españoles centren esta vez toda la atención, por diversas razones. La primera, porque la existencia de partidos y líderes nacionalistas vascos y gallegos acota un gran espacio político que en otras comunidades está vacío o que es ocupado en mucha menor medida por Izquierda Unida. La segunda, porque ni Rodríguez Zapatero ni Mariano Rajoy están en sus momentos más estelares, de modo que a sus respectivos partidos les interesa dosificar su presencia en Euskadi y Galicia.

En el PSOE salta a la vista la apuesta por proyectar a sus candidatos Patxi López y Emilio Pérez Touriño, en el primer caso con la intención de hacer más creíble que el PSE-PSOE va a por todo en Euskadi -las encuestas señalan, por primera vez, que el sorpasso es posible, es decir, que los socialistas tienen posibilidades de desalojar a Juan José Ibarretxe de Ajuria Enea- y en el segundo para reforzar la imagen presidencial de su candidato, más allá de las propias siglas del PSdeG-PSOE. Mientras, en el PP son tantos los líos que tiene en Madrid que ni desde Euskadi ni desde Galicia luchan precisamente por importar esta vez imagen de marca desde la capital.

Hoy por hoy, Alberto Núñez Feijóo tiene mucha mejor imagen que cualquier otro dirigente de su partido, incluido su paisano Mariano Rajoy, quien no acaba de poner orden en sus filas, cada vez más desconcertadas entre tanto espionaje y tantos negocios al margen de legalidad. El vasco Antonio Basagoiti carece del apoyo electoral y de las posibilidades de Feijóo pero aún así también trata de abrirse paso a su manera, entre otras cosas para presentarse como un candidato solvente que haga olvidar la azarosa marcha de su antecesora, María San Gil.

La clave electoral vasca puede depender de lo que haga el PSE si, como pronostica la última encuesta del CIS, puede gobernar con el apoyo del PP, mientras que en Galicia se da por hecho que el PP seguirá en la oposición, salvo que alcance una mayoría absoluta que le niegan todas las encuestas, supuesto en el que seguirían gobernando PSOE y BNG con Pérez Touriño de presidente y Anxo Quintana de vicepresidente.