Colmenar de Oreja dedica un museo a Ulpiano Checa

Este museo contiene en sus más de 1.400 metros cuadrados, una colección del colmenarete Ulpiano Checa. Con una obra muy variada en técnicas, formatos, estilos y recursos, y cuidándo principalmente el carácter didáctico y su fácil comprensión por los visitantes, la muestra contiene las piezas más representativas de la labor artística de Checa.

Óleos, acuarelas, esculturas, litografías, fotografías, objetos del propio artista, y otros elementos, ofrecen una visión de la riqueza creadora de Ulpiano Checa y de la importancia y reconocimiento mundial que tuvo a lo largo de su vida, así como algunas innovaciones en decoración de las salas, iluminación, cartelas, y recorridos.
 
Ulpiano Checa, que nació en Colmenar de Oreja en 1860 y murió en Dax, Francia, el 5 de enero de 1916, fue uno de los artistas españoles más prestigiosos de cuantos trabajaron en Francia durante los últimos años del siglo XIX y principios del XX. Fue un pintor a contracorriente, pero participó en el desarrollo de nuevas manifestaciones artísticas como el cartel o el diseño de vestuario y la escenografía de montajes teatrales.

Sus obras fueron reconocidas en todo el mundo. Fue premiado en Francia, España, Túnez, Estados Unidos y Argentina. Trabajó todos los géneros propios del período (retratos, paisaje, escenas orientalistas, costumbristas y realistas), pero tuvo preferencia por las escenas históricas de época romana.

Esta serie pictórica, que inicia en 1890 con su célebre “Carrera de carros romanos”, no pasó desapercibida por los primeros cineastas de Hollywood, que encontraron en estas escenas imaginadas el mejor referente iconográfico para las primeras películas del género. La citada “Carrera de carros romanos” quedó inmortalizada en el “Ben-Hur” de Wyler; “Vinicio corriendo hacia Roma en llamas” es un fotograma del “Quo Vadis?” de Leroy; como “Los últimos días de Pompeya” lo es de la película que con el mismo título dirigió Bonnard.

Decorador, muralista e ilustrador, la música fue una constante en su obra. Su amistad con Ricardo Viñes le relacionó con Ravel, Debussy, y la nueva música española de Mompou, Falla y Turina. Este proyecto museístico cuenta con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid.