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“Nuestros ahorros y depósitos están garantizados pase lo que pase”

Rajoy dio en TVE la imagen del centro moderado

Rajoy dio en TVE la imagen del centro moderado

· “Sería antipatriota apoyar medidas económicas que son malas para España”
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Yak-42: "Trillo ya pidió perdón y yo vuelvo a pedirlo ahora"
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martes 31 de marzo de 2009, 00:07h

Pocas novedades en la intervención estelar de Rajoy ante cien ciudadanos españoles. Pocos anuncios, salvo, acaso, que recurrirá al Constitucional la futura ampliación de la ley del aborto, y sobre todo, la retranca que tuvo al señalar como “acierto” el que “Zapatero ha hecho bien en ir a Chile a arreglar el desperfecto de Kosovo”. A Rajoy se le pudo ver relajado, centrista, salió airoso de cuestiones tan complicadas para el PP como el ‘testamento vital’, el aborto, su labor de oposición total en la crisis económica y su defensa de Trillo por el Yak-42. Ya en un plan responsable, Rajoy dijo que, pese a la intervención de la Caja de Castilla-La Mancha “nuestros ahorros y depósitos están garantizados pase lo que pase”. Ahora bien, avisó muy claro: “Sería antipatriota apoyar medidas económicas que yo creo que son malas para España”.

Le faltó ritmo al líder del PP en su examen ante cien ciudadanos. Pero en “Tengo una pregunta para usted”, de TVE, moderado por Lorenzo Milá, Mariano Rajoy se mostró tranquilo y hasta apaciguador con todas las orientaciones y tendencias. Se le vio amable, moderado, centrista, nada apologético, como acaso esperaban algunos. Siguió sin desvelar cuánto gana, pero sí aconsejó al santanderino Alberto Canales, camionero, con una hipoteca y con una familia que alimentar, que “aguante” con los 855 euros que gana al mes, que ya sabemos que es muy poco, pero que las cosas cambiarán, que saldremos de esta crisis. Ahí, Rajoy pareció más un sacerdote a la antigua que un candidato presidenciable, pero infundió esperanza.

Rajoy se sometió en la noche del lunes a un fuego cruzado en el que prácticamente le plantearon todas las cuestiones sensibles del país. Algunos querían conocer su posición sobre el aborto que prepara el PSOE: votará no y si la ley se aprueba la llevará al Tribunal Constitucional. Y explicó con claridad que la actual ley del aborto no fue reformada por el PP porque “es constitucional”, defiende el derecho a la vida y sólo se aplica en uno supuestos muy claros. Era una pregunta difícil, que afecta a conciencias, pero ahí fue valiente: dijo que un gobierno debe gobernar para todos, incluso en cuestiones como ésta que dividen tan profundamente a los españoles. Es decir, que hay que llegar a acuerdos. Sus explicaciones parecieron ser satisfactorias para ese auditorio, que apenas repreguntó.


“Sería antipatriótico apoyar medidas en las que no creo”

No salió mal librado tampoco en el bloque económico, que centró la mayor parte de preguntas. Rajoy lanzó un mensaje de tranquilidad: “Nuestros ahorros y depósitos están garantizados pase lo que pase”; “el sistema financiero español es bueno y debemos confiar en él”; “yo quiero ayudar al Gobierno en este asunto”...

¿Y por qué no, entonces, un pacto de Estado a nivel económico? ¿Es que ustedes sólo piensan en el desgaste del Gobierno sin importarles lo que le ocurra a los españoles? Preguntas difíciles, pero respuestas ágiles, por ejemplo, al gaditano jubilado Ramón Barrera: “Yo estoy dispuesto a pactar con el Gobierno para salir de la crisis”, pero, el Gobierno tiene que rectificar, ya que las medidas que toma “son medidas en las que yo no creo” y “sería antipatriota apoyar medidas económicas que yo creo que son malas para España”.

También estaba aleccionado Rajoy sobre la supuesta trama de corrupción en Madrid y Valencia –‘caso Gürtel’-, sobre la trama del espionaje en Madrid, o sobre las responsabilidades políticas de Federico Trillo en el caso del Yak-42. Rajoy defendió que “la mayoría de la gente que se dedica a la política es honrada y decente”, aunque los “inaceptables” deben quedar fuera. Ahora bien, “no me gusta acusar sin pruebas”, porque “es letal a un persona castigarla sin pruebas”.




Su defensa de Trillo dejó, no obstante, mucho que desear. Para él, “el señor Trillo pidió perdón, pidió disculpas”, y, además, “no tengo ningún elemento de juicio que diga que el señor Trillo tenga una responsabilidad en los hechos”. Con eso es suficiente, según Rajoy, porque Trillo ya está en la oposición, no tiene responsabilidades de Gobierno y no se puede castigar a una persona de forma indefinida. Ahí, la verdad, tuvo unos argumentos poco consistentes.

No le pudieron pillar, sin embargo, con otra pregunta-trampa: si habla inglés. “No, no hablo inglés, porque la mayor parte de mi generación no habla inglés”; ahora bien, “a mí me pasó lo mismo que al resto de los presidentes del Gobierno, que no hablaban inglés”. Incluidos González, Aznar y Zapatero. Y no por eso –alegó- se es un mal presidente del Gobierno –al menos los dos primeros, según él-.




Tuvo respuestas airosas incluso para un inmigrante que lleva cuatro años en España y al que estafaron con papeles falsos: “España no puede ser un país al que pueda venir todo el mundo sin más”, le dijo a la cara. Ahí demostró valentía, porque pudo ser, a ojos de muchos, ‘políticamente incorrecto'. Y a Ángel Luis Palomo, guardia civil muy reivindicativo le explicó que “llevo en mi programa electoral que policía y guardia civil tendrán el mismo el sueldo que los policías autónomos”.

En otros temas sociales, como la investigación con células madre o el ‘testamento vital’ no tartamudeo ni se escudó en posiciones dogmáticas. Recordó que el ‘testamento vital’ ya lo aprobó el Gobierno de Aznar y que en cuanto a las células madre, dijo que ya en su tiempo se estableció la política de embriones congelados.

A la pregunta sobre los ‘logros’ del Gobierno, Rajoy utilizó su retranca gallega: Zapatero ‘triunfa’ cuando rectifica, como el viajar a Chile para arreglar la mala salida de Kosovo, o como “rectificar la política antiterrorista de la última legislatura”. “Ahora se está haciendo una política antiterrorista que a mí me gusta”, dijo, lo que justifica el pacto en Euskadi.

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