Los vecinos de los números 38 y 40 de la calle Carmen Martín Gaite, de Leganés, donde el 3 de abril de 2004 se inmolaron los siete presuntos terroristas islámicos vinculados al 11-M, denunciaron este lunes las continuas averías y desperfectos en los pisos de un inmueble que tuvo que ser reconstruido tras la deflagración.
Catorce de las dieciséis viviendas padecen humedades y grietas, así como fallos en las juntas de dilatación de la calefacción y levantamiento del parqué, según informó el portavoz vecinal, Enrique García Leal, quien aseguró que los residentes remitieron ya una carta a la empresa constructora, Ferrovial, pidiendo que "se solucionen los problemas definitivamente y que no se pongan más parches".
Los residentes, que admitieron que el inmueble no padece problemas estructurales, aseguraron sentirse "molestos", sobre todo, porque la solución de los problemas les obliga en muchos casos a abandonar sus viviendas mientras se solucionan las deficiencias. "En algunas casas han tenido que levantar el parqué hasta en diez ocasiones", declaró García Leal, quien recordó que los desperfectos debe cubrirlos la garantía de obra.
Los vecinos aseguraron que no transmitieron las deficiencias al Ayuntamiento, aunque el concejal de Obras y Servicios Comunitarios, Mariano Maroto, declaró que se pondrá en contacto con los afectados para mediar en el contencioso entre estos y la empresa constructora.
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