Duras palabras y datos de nuevo del gobernador del Banco de España,
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que una vez más, previsiblemente, no gustarán al Ejecutivo. Pero, desde su autoridad, competencia y experiencia en el cargo, Ordóñez hizo varias advertencias en su comparecencia este miércoles en el Congreso, en la Comisión sobre el Pacto de Toledo.
En primer lugar, comen´to que la crisis se ha
"dejado sentir" en un
"rápido deterioro" de las cuentas de la Seguridad Social, cuyo superávit
"podría desparecer este mismo año". Pero, además, pide cambios estructurales inmediatos como el incremento gradual de la edad de jubilación, como se ha hecho en Alemania, y la ampliación de la vida laboral.
Principalmente, su gran advertencia vino sobre la insostenibilidad del sistema de pensiones y prestaciones sociales, basadas tradicionalmente en el superávit de la Seguridad Social, superávit que Ordóñez ve peligrar casi de inmediato por los efectos de la crisis.
En cuanto a sus medidas, ha habido una buena acogida sobre todo en lo referente a vigilar y endurecer las condiciones sobre las que se permiten las prejubilaciones, a veces ocasionando retiros a 'prontas' edades. Queda conocer la postura oficial del Gobierno sobre estas propuestas. Otro tema más polémico podría ser la idea de que la edad de jubilación, actualmente establecida en 65 años, se eleve. Aunque no concertó, Ordóñez citó el caso de Alemania, donde
"se ha procedido a aprobar muy recientemente un incremento gradual de la edad de jubilación desde los 65 hasta los 67 años".