La ‘conjura’ de los inocentes viernes 17 de abril de 2009, 18:15h
Cuando alguien, en virtud de sus derechos constitucionales, señala lo que considera un error, criticar una medida gubernamental o expresa su rechazo a alguna expresión de sus líderes, comenzando por el presidente Correa, desde Carondelet y la cúpula de Alianza PAIS se le acusa de formar parte de un “complot”. ¿Serán acaso una manifestación de esa siniestra conjura las cifras de desempleo urbano dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)?
Esta institución, manejada por el Gobierno, informó que en el primer trimestre del año, 71 mil 258 personas perdieron su empleo. Si se añaden los que dejaron de tenerlo al cierre de 2008, tendríamos que 320 mil 427 de nuestros conciudadanos no tienen trabajo. Esto en las zonas urbanas, lo que en cifras relativas equivale al 8,6 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA). La PEA suma 4,5 millones de habitantes.
Pese a que el régimen habla de aumento de la inversión extranjera y a la docena de emergencias, la eficacia de su política económica en estos dos últimos años deja más dudas que certidumbres, si examinamos fríamente los datos del INEC.
Hay quien habla del dispendio de enormes recursos financieros en ese período, pero citar su monto nos añadiría a la abultada lista de complotados, a los ojos de los personeros aliancistas.
En uno de los Evangelios se dice que “por sus frutos los conoceréis”. De manera que, gracias al INEC, vamos enterándonos mejor de la naturaleza de la “confabulación” que padecemos los ecuatorianos y de quiénes son sus verdaderos promotores.
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