La SER no tira la toalla

“NO está bien llevarse las toallas de los hoteles”. Es todo lo que se le ocurrió al imaginativo locutor de la SER a mediodía de este sábado para comentar, a su aire sectario, la entrevista concedida por Esperanza Aguirre a la cadena de Prisa; en la entrevista, magníficamente llevada por Montserrat Domínguez, por cierto, la ‘lideresa’ contó que las bolsas con las que aparecían Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad y ‘número dos’ de Aguirre, y otros acompañantes en un vídeo-espía en Colombia, contenían las toallas del hotel, gorros de baño y crema bronceadora. Algunos medios –no explícitamente la SER—llegaron a especular con que las bolsas, sin las que luego salieron de una casa particular González y los suyos, podrían haber contenido droga.
 
   Al ver desmontado con esta declaración de Aguirre el ‘sex appeal’ del vídeo, que fue filtrado a la SER como tanto material relacionado con el espionaje al PP y al ‘caso Gürtel’, el mentado locutor decidió culpar a González de, al menos, haberse llevado, o de haber tomado prestadas, las toallas. No es que el vicepresidente de la CAM sea santo de la devoción de este ‘im-presentable’ (alguna vez incluso ha protagonizado este recuadro), pero no se puede tolerar la caza indiscriminada ni la culpabilización a ultranza de nadie, sea Ignacio González, sea Francisco Camps o quien fuere. En ese sentido, hay que decir que la SER, cuyas virtudes tantas veces hemos alabado, no tira la toalla del sectarismo. Que una cosa es investigar y publicar material informativa, sea o no filtrado convenientemente, y otra cosa son los comentarios en plan gracieta de un locutor obsequioso