Protestas confinados por precaución en hotel Hong Kong

La cuarentena de siete días impuesta en un hotel del centro de Hong Kong a 300 huéspedes y empleados, por temor a la gripe porcina, ha causado frustración y protestas entre los confinados, mientras que algunos expertos calificaron la medida de "inútil".

La cuarentena, que las propias autoridades reconocieron como "draconiana", fue aplicada después de que un visitante mexicano, que se hospedó en el Metropark Hotel durante siete horas, se convirtiera el viernes en el primer humano enfermo de gripe porcina en Asia. El mexicano permanece en un estado estable este domingo, dijeron las autoridades.

Por otro lado una fuente diplomática mexicana en Pekín dijo que más de 40 ciudadanos mexicanos fueron puestos en cuarentena en distintas ciudades de China. Mientras en el mundo se toman medidas de emergencia contra el virus A(H1N1), sólo Hong Kong ha aislado un hotel completo, en el bullicioso distrito de Wanchai.

Dentro del hotel cuatro estrellas, en el que según el cónsul de España en Hong Kong hay al menos cinco españoles confinados, la frustración comenzaba a hervir a fuego lento. "Tenemos a un coreano que ha estado protestando a gritos por el encierro y a una pareja de ingleses muy enojados", declaró a la AFP por teléfono el comerciante indio Kevin Ireland.

El sábado, una pasajera obligada a llevar la mascarilla tuvo una crisis nerviosa y debió ser atendida por asistentes de salud, declaró otro testigo. La interminable dieta de platos de arroz y la falta de canales de televisión contribuye también al ambiente opresivo, dijo Ireland. Lo Wing-lok, un médico de Hong Kong experto en enfermedades infecciosas, dijo que el Gobierno ha reaccionado de manera exagerada.

"Es inútil. La gripe es una enfermedad que se transmite por gotitas y usted tiene que estar a dos metros de la persona. Más allá de eso, el riesgo no es muy alto", dice Lo. "El hotel es sólo un punto en una cadena de lugares, donde el paciente mexicano ha estado, entre el avión que tomó y el hospital. Me parece que esta medida es más un espectáculo político y no tiene un real impacto si se quiere impedir la propagación de la gripe", añadió.

Las autoridades estaban el domingo tratando de ubicar a unas 50 personas que dejaron el hotel antes de que fuese puesto en cuarentena el viernes en la noche. Lo Wing-lok dijo que la amenaza de pasar siete días encerrado causaría temor a esas personas llevándolas a no manifestarse. No obstante, según algunos informes, la aplicación de la cuarentena ha sido irregular, ya que algunos de los que regresaron al hotel fueron después autorizados a irse.

Otros estaban furiosos con los siete días de detención. Una fuente policial, que pidió no ser identificada, dijo que un hombre ruso que regresó al hotel el viernes hizo a las autoridades una lista de exigencias, incluyendo el reembolso de su viaje y el pago de una indemnización, antes de que fuese autorizado a partir. Cualquier huésped que trate de dejar el hotel será detenido, añadió la fuente.

Carlo Hessing, un huésped holandés, fue trasladado al hospital por precaución ya que tenía una fiebre alta, pero luego regresó al hotel. "Gente con uniformes blancos y equipos de protección van y vienen constantemente. Todos caminan con sus mascarillas... es como estar en una sala de operaciones gigantesca", dijo Hessing por teléfono a un canal de televisión holandés.

Gabriel Leung, un alto funcionario del ministerio de Salud, pidió disculpas por los inconvenientes creados por la medida. "Por supuesto nos damos cuenta que no es una situación fácil, pero casi todos los residentes han cooperado y entienden la medida". Gavin Smith, un virólogo de la Universidad de Hong kong, dijo por su lado que la cuarentena se justificaba. "Con la gripe las personas están infectadas antes de que muestren los síntomas. A mí me parece una medida razonable".